MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La Reina Sofía ha recibido este jueves el Premio de Honor al Valor Añadido de la Fundación Transforma España en una ceremonia en el Palacio del Marqués de Salamanca, en la sede de la Fundación BBVA.
Además, los premiados en las seis categorías restantes han sido el diplomático y exministro de Asunto Exteriores, Marcelino Oreja Aguirre; la investigadora Margarita del Val; el empresario Marc Puig; la bailaora flamenca, coreógrafa y actriz, Cristina Hoyos; el presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón; Margarita Moráis, presidenta de la Fundación Eutherpe; y Paco Arango, creador de la Fundación Aladina.
Con esta iniciativa, la Fundación Transforma España avanza en la necesidad de reconocer e incentivar la aportación que las personas mayores de 55 años realizan a la sociedad.
“Es necesario concienciar a la sociedad de que es posible seguir creciendo profesionalmente después de los 55 años y debemos demostrarlo a todos los agentes implicados: empresas, gobierno y empleados sénior. El objetivo es construir referentes y fomentar que el reconocimiento a una persona y a su obra anime a sus semejantes a seguir añadiendo valor. Confiamos en que los destacados logros de los galardonados en esta segunda edición en sus respectivas áreas motiven a los profesionales sénior a seguir encarando su labor con ganas y entusiasmo”, ha señalado el presidente de la Fundación Transforma España, Eduardo Serra.
Por otro lado, durante el evento, el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech, ha expuesto algunas de las conclusiones del informe ‘Inclusión, diversidad de edad y envejecimiento activo’. En este sentido, ha destacado que prolongar la vida laboral “no sólo es un recurso necesario para salvaguardar la sostenibilidad de nuestro estado de bienestar, ante las favorables expectativas de un aumento sostenido de la esperanza de vida”.
“Además de otros efectos positivos, la diversidad generacional crea sinergias positivas entre las personas trabajadoras experimentadas y las más jóvenes, aumentando su productividad y empleabilidad”, ha explicado Doménech.
Según los datos extraídos del informe, para “aprovechar” la oportunidad de una mayor participación de las personas trabajadoras de edad avanzada, es “necesario” incentivar la compatibilidad entre jubilación y trabajo; impulsar la contratación; la inclusión y la retención de las personas de mayor edad; y adoptar medidas que incrementen su empleabilidad en una economía sometida a cambios constantes.
La fundación señala que es “consciente” de que el envejecimiento progresivo de la población y la situación en la que pueden encontrarse las personas mayores de 55 años en las próximas décadas, representan uno de los “mayores retos a los que se enfrenta la sociedad”.
En este sentido, explica que este “desafío” se manifiesta en la sostenibilidad del sistema actual, con las pensiones y la asistencia sanitaria como principales riesgos que afronta la sociedad en el futuro próximo, y la posibilidad de desaprovechar el conocimiento y la experiencia de este colectivo.
“La formación permanente, incentivos a los trabajadores o el fomento de la diversidad en la retención y contratación de las empresas, son algunas de las claves para impulsar la prolongación de la vida laboral”, afirma la fundación.
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