MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
La presidenta de la Fundación Pasqual Maragall, Cristina Maragall, reclamó este martes en el Senado una mayor financiación pública para la investigación de la enfermedad de Alzheimer además de que “su abordaje junto con otras demencias debe ser una prioridad política estratégica”.
Así lo manifestó durante la inauguración, junto con la vicepresidenta primera del Senado, Cristina Narbona, de la jornada ‘Actualidad de la investigación científica de la enfermedad de Alzheimer y las necesidades de las personas afectadas’, organizada por la Fundación Pasqual Maragall y la colaboración de expertos de la Sociedad Española de Neurología, Ceafa, CITA Alzheimer y la Fundación Cien.
La jornada contó con dos mesas redondas, ambas moderadas por Ana Bedia, directora de 65ymas. La primera de ellas se centró en el abordaje científico de la enfermedad. El director científico de CITA Alzheimer, el doctor Pablo Martínez Lage, explicó qué es el alzhéimer y que sucede en el cerebro de una persona afectada.
“La enfermedad de Alzheimer es un proceso neurodegenerativo que produce muerte de las neuronas. Es un proceso lento y progresivo cuya causa se desconoce y en el que están involucradas diferentes proteínas tóxicas para el funcionamiento cerebral. El alzhéimer no es un proceso consecuencia de la edad, es un proceso que ocurre en un cerebro de edad avanzada”.
INVESTIGACIÓN
En cuanto a la investigación, el director de la Fundación Pasqual Maragall, el doctor Arcadi Navarro, subrayó que “no conocer las causas del alzhéimer o no contar con un tratamiento para erradicar la enfermedad no es algo nuevo, ya ocurre con el cáncer. Sin embargo, la diferencia está en la inversión, los recursos. No hay una sola vez que cuando le hemos dado un problema a la ciencia, no lo haya solucionado”.
En la misma línea, el director científico de la Fundación Cien, el doctor Pascual Sánchez Juan, hizo hincapié en las líneas de investigación más prometedoras y en cómo el futuro cambiará la forma de tratar el alzhéimer: “tenemos buenas noticias desde el área terapéutica. Hay que ser prudentes, pero es un paso importante. Se confirma que con distintos fármacos hay un efecto directo y se puede retrasar el progreso de la enfermedad”.
Sin dejar de lado la perspectiva científica, la coordinadora de grupo de estudio de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología, la doctora Raquel Sánchez-Valle, insistió en la segunda parte de la jornada que “durante mucho tiempo, se catalogaban los síntomas del alzhéimer como demencia senil. Cuando hablamos de diagnóstico precoz, hablamos de poderles decir exactamente a los pacientes lo que les ocurre. Todas las comunidades autónomas tienen al menos un centro en el que se pueden realizar pruebas de punción lumbar o resonancia magnética, aunque no es suficiente para garantizar el acceso a toda la población”.
Por su parte, la presidenta de Ceafa, Mariló Almagro, señaló que “tanto la persona afectada, como la persona que cuida, están solas. La mayoría de las personas cuidadoras se ven obligadas a abandonar la actividad laboral, una actividad que les resulta muy complicada retomar posteriormente. Las demencias generan rechazo y marginación. Es muy importante educar y sensibilizar a la sociedad”.
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