
La Comisión 8M ha perdido este año unos 5.000 asistentes que son prácticamente los mismo que ha ganado el Movimiento Feminista
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La capital de España ha vuelto a reflejar este sábado 8 de marzo la división del feminismo que, desde hace cuatro años, marcha separado en Madrid, donde de nuevo se han convocado dos marchas. En total, se han manifestado unas 34.500 personas sumando ambas marchas, una cifra levemente superior a la del año anterior (34.000) pero muy alejada de las registradas cuando el movimiento recorría las calle de Madrid unido.
Entre las principales diferencias entre ambas corrientes está, por parte de unas la defensa de la Ley Trans y por parte de la otras su reivindicación de abolir la prostitución.
La primera manifestación, al mediodía y bajo la lluvia y el viento desatados por la borrasca Jana, ha sido la de la Comisión 8M, de las feministas antirracistas, que ha aglutinado a 25.000 personas, según la delegación del Gobierno -80.000, según las convocantes-. Son 5.000 menos que hace un año. La segunda, por la tarde, y con meteorología algo menos adversa, la del Movimiento Feminista de Madrid, de las feministas abolicionistas, ha sumado a 9.500, según la delegación del Gobierno, 5.500 más que hace un año. Las convocantes elevan el número a un mínimo de 20.000.
Aunque muy ligeramente, la asistencia va aumentando desde 2023, cuando tocó su suelo y sumó a 27.000 mujeres. Pero, en 2022, primero en que se dividió el movimiento en Madrid, la Delegación del Gobierno cifró en 56.000 las personas que acudieron a ambas marchas, cifra de la que siguen muy alejadas en 2025.
Y mucho más modestas si se tienen en cuenta los datos alcanzados cuando el feminismo marchaba unido en la capital. Así, en 2018 y 2019 se contabilizaron unas 300.000 mujeres en marchas unitarias en la capital de España. En 2020, poco antes del inicio de la pandemia de coronavirus, la cifra descendió a unas 120.000 asistentes. En 2021 no hubo convocatorias debido a la pandemia.
Concretamente, según los datos de la Delegación del Gobierno, en 2024 la marcha de la Comisión 8M sumó más de 13.000 asistentes respecto al a 2023, cuando se contabilizaron 17.000 personas, mientras que en 2024 se contabilizaron 30.000. Curiosamente, esta marcha había perdido asistentes en 2023, ya que en 2022 se contabilizaron 50.000 personas, según Delegación del Gobierno. Además, este año la Comisión 8M ha cifrado la asistencia en unas 80.000 personas, mientras que en 2024, la cifró en 500.000 y en 2023 en 700.000.
Mientras, la manifestación convocada por el Movimiento Feminista convocó en 2024 a 4.000 personas frente a las 10.000 de 2023 -un año en el que experimentaba una subida respecto a las 6.000 asistentes contabilizadas en 2022-, según datos de la Delegación del Gobierno. Sin embargo, el Movimiento Feminista de Madrid eleva a mínimo 20.000 las asistentes este año, frente a las 30.000 que cifró en 2024, y entre 25.000 y 30.000 en 2023.
LA IZQUIERDA, A LA DE LA COMISIÓN 8M
Como en años anteriores, la izquierda se ha decantado por la marcha de la Comisión 8M, por la que han desfilado ministros socialistas, encabezados por la de Igualad, Ana Redondo, pero este año sin la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez; ministras de Sumar, con la vicepresidenta Yolanda Díaz a la cabeza, y Mónica García, de Más Madrid, junto a Rita Maestre, esta vez bajo la misma pancarta -el año pasado usaron lema propio-, y las exministras de Podemos Irene Montero e Ione Belarra.
Las convocantes han marchado por “todes” al grito de “el feminismo era la lluvia necesaria” y “feministas antirracistas”. Las convocantes han desafiado a la lluvia y al viento han empezado a marchar por el Paseo Del Prado con una pancarta bajo el lema ‘Feministas antirracistas, ¡a las calles! Nos va la vida en ello’.
Ataviadas con chubasqueros de colores han procesado cánticos como ‘”De norte a sur, de este a oeste la lucha sigue, cueste lo que cueste”. También han portado carteles en los que se pueden leer lemas como “Que ser mujer no nos cueste la vida”, “Mujer te creemos, hombre te vemos”, “Dad gracias que pedimos igualdad y no venganza”. “Somos las feministas que no dejamos a nadie atrás”, han clamado.
Ha sido una manifestación antirracista y por los derechos de “todas, todos y todes”, según explicaron las convocantes en la rueda de prensa de la presentación de la manifestación. Para la Comisión 8M, el feminismo “es una forma de estar en la vida” y el antirracismo es el “antídoto” para defender que los derechos humanos sean igualitarios.
Precisamente, las feministas han pedido “papeles para todas” y han llamado a los grupos parlamentarios a aprobar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para regularizar a más de 500.000 personas extranjeras. Las manifestantes han gritado “vergüenza” a su llegada a Cibeles contra el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y contra el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.
También han clamado contra los “jueces patriarcales” y han pedido su expulsión de los tribunales. “Queremos una justicia feminista que garantice la reparación a las víctimas”, han señalado. Al igual que otros años, las feministas también han gritado contra los genocidios y han reclamado el fin de la compra-venta de armas. “Israel asesina, Europa patrocina”.
Las convocantes señalan en el documento que son parte de la resistencia sobre la que construyen su memoria feminista, antirracista, antifascista y LGTBIQA+ y denuncian “los ataques que están sufriendo las personas trans, las personas racializadas o derechos como el aborto o la educación sexual, entre otros”.
ANA REDONDO Y EL PP, CON EL MOVIMIENTO FEMINISTA
A la marcha del Movimiento Feminista de Madrid también se ha acercado la ministra de Igualdad, Ana Redondo, pero esta vez no le han acompañado otros ministro socialistas. Igualmente, ha acudido una delegación del PP encabezada por su responsable de Igualdad, Ana Alós.
En esta ocasión, la convocantes han marchado por una agenda abolicionista global y han clamado contra la prostitución, que “enseña a violar”. “Sin puteros no hay prostitución”, “Mi vientre y mi vagina, ni se compra ni se alquila”, “Ni sumisas ni pasivas, mujeres combativas”, o “la prostitución es explotación”, han gritado las feministas de base, consideradas ‘clásicas’ o ‘históricas’.
También al grito de “Ni cis, ni trans, mujer nada más”, han partido desde Cibeles para defender los derechos de las mujeres tras una pancarta bajo el lema ‘Mujeres en lucha contra el machismo global’. En este sentido, han señalado que sus cuerpos “no se venden” y sus vientres “no se alquilan”. “Con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca”, han gritado.
También se han referido a los recientes casos de presunta violencia sexual en los que se han visto relacionados el exdiputado de Sumar, Íñigo Errejón, el fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, y el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. “Rubiales y Errejón, acosadores son” y “Errejón y Monedero dais un asco que me muero”, han gritado.
Igualmente, han llevado pancartas en apoyo a Gisèle Pelicot, la mujer francesa víctima de las violaciones organizadas por su propio marido. Una de estas, de gran tamaño con la figura de ella. No ha faltado, como en la manifestación con motivo del Día por la eliminación de la violencia contra las mujeres el 25 de noviembre, la ‘Compaña feminista’, en recuerdo de las mujeres asesinadas por la violencia de género. Ataviadas con túnicas y mascaras blancas, la integrantes del grupo han recordado a las víctimas del machismo.
El Movimiento Feminista de Madrid quiere “levantar la voz contra la extrema derecha que niega la violencia machista y perpetúa estructuras profundamente misóginas” así como contra la izquierda “cómplice del sexismo poniendo como excusa la interculturalidad”.
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