La diferencia de carga fiscal en 4 años entre España y Portugal por un BEV SUV del segmento C para empresa es de más de 14.000 euros
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La “poca diferenciación” que tiene España entre los impuestos y cuotas a pagar entre vehículos eléctricos y de combustión, tanto de particulares como de empresas, “no contribuye” a impulsar las ventas de coches eléctricos, según un informe la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), que concluye que España se encuentra “rezagada” en cuanto al uso de fiscalidad como herramienta clave para incentivar la compra de vehículos menos contaminantes.
Así, T&E señala que los usuarios, a los que se le pide un esfuerzo extra para la compra de un vehículo limpio, no perciben ser premiados de ninguna forma, ya que no se les está ofreciendo a cambio un beneficio fiscal que marque la diferencia.
En concreto, en una comparación entre la carga fiscal para una empresa de España y Portugal por la compra de un vehículo eléctrico de batería (BEV) y uno de gasolina, ambos SUV del segmento C, durante un periodo de cuatro años, en Portugal se pagan 22 euros en cuatro años por el vehículo BEV, mientras que en España la cifra asciende hasta 14.054 euros.
A su vez, en el modelo de gasolina, la carga fiscal para esos cuatro años en España es de 20.665 euros, mientras que en Portugal asciende a 36.582 euros. La carga fiscal a la que se refiere el informe incluye los impuestos de matriculación, circulación, retribución en especie, energía y las ayudas a la compra.
“El primer paso para que España rejuvenezca su parque automovilístico e impulse la venta de vehículos puramente eléctricos no es otro que modernizar su fiscalidad”, ha asegurado el responsable de electrificación de flotas en Transport & Environment, Óscar Pulido. “Tal y como podemos apreciar en otros países como Portugal, una fiscalidad bien diseñada es una de las mejores herramientas para descarbonizar el transporte”.
Asimismo, Pulido ha señalado que España debe predicar con el ejemplo como segundo productor de automóviles de Europa, por lo que pide al Gobierno a llevar a cabo “urgentemente” los cambios necesarios “que remen en esta dirección”.
Sobre la fórmula portugesa, T&E ha destacado la eliminación del impuesto de matriculación para estos vehículos, además de permitir a los compradores desgravarse el IVA de la compra en la declaración de la renta del año siguiente. “De esta manera, ha aligerado la carga fiscal de los ciudadanos, algo que en España no ocurre”, señalan.
INTRODUCIR IMPUESTOS ACORDES AL PRINCIPIO DE “QUIEN CONTAMINA PAGA”
Los datos de matriculaciones de Dataforce muestran que la penetración del vehículo eléctrico en Portugal alcanza una cuota del 17,3%, mientras que en España es del 5,5%. La media europea de penetración del vehículo eléctrico se encuentra en el 14,7%.
Por ello, T&E señala que la falta de diferenciación de fiscalidad para un vehículo BEV y uno de combustión se encuentra en impuestos como el de circulación (IVTM), que ha quedado “obsoleto”, ya que su tarifa se calcula con arreglo a los caballos fiscales, y al aplicarlo sobre vehículos eléctricos “su propósito queda desvirtuado”.
Además, un vehículo de combustión pequeño con un motor de 1.0L pagaría unos 20 euros al año, que en 10 años de vida útil sumaría unos 200 euros, mientras que un vehículo eléctrico costaría 900 euros más en concepto de impuestos debido a los caballos ficales, aunque también depende de la localidad.
La actual normativa española define a vehículos diésel y gasolina con emisiones de CO2 inferiores a 120g/km como “eficientes energéticamente”, una definición en la que entran el 70% de los vehículos matriculados, por lo que aunque los vehículos eléctricos cuenten con mayores descuentos no compensan la diferencia de precio ni el valor del vehículo a tributar.
Por ello, T&E aboga por introducir impuestos acordes al principio de “quien contamina paga” para aumentar así los bajos niveles de adopción.
ESPAÑA, EN ÚLTIMO PUESTO DE RECAUDACIÓN FISCAL POR VEHÍCULO
Según un análisis realizado por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) con 13 países, España recauda por vehículo unos 1.312 euros, lo que la sitúa en la última posición de la clasificación, a pesar de haber aumentado en 2022 un 13,2% su recaudación, hasta los 39.177 millones de euros.
En comparación, en Alemania se paga de media 1.963 euros por vehículo, en Francia 1.911 euros y en Italia 1.727 euros.
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