MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Un equipo de expertos de todo el mundo ha creado una guía de evaluaciones clínicas en la que se resalta la importancia del entrenamiento físico para las personas que viven con fibrosis quística como parte del tratamiento e instan a la creación de indicaciones comunes para este tratamiento.
El documento del European CF Society Exercise Working Group (ECFS), dirigido por la doctora Zoe Saynor de la Universidad de Portsmouth en Inglaterra, brinda recomendaciones e instrucciones integrales para los profesionales de la salud y la atención que realizan pruebas de ejercicio en personas con la afección.
La condición hereditaria es causada por un gen defectuoso que afecta el movimiento de sal y agua a través de las superficies celulares. Es una afección crónica multisistémica, y la mutación en el gen da como resultado la acumulación de moco pegajoso en los pulmones y el sistema digestivo, lo que lleva a una variedad de síntomas desafiantes.
Si bien no existe una cura, se recomienda una amplia gama de tratamientos, incluida la actividad física y el ejercicio, para controlar la fibrosis quística. Las pautas NICE, las pautas de gestión de fisioterapia de CF UK Trust y las pautas internacionales recomiendan pruebas de ejercicio regulares para las personas con la afección.
Estas pruebas incluyen el establecimiento de la aptitud aeróbica, la medición del rendimiento y la evaluación de la fuerza muscular. Las pruebas también pueden ayudar a evaluar las tendencias de salud, la respuesta al tratamiento y las perspectivas de salud.
Sin embargo, muchas personas en todo el mundo no tienen acceso a las pruebas de rutina y la ejecución de las pruebas tiene inconsistencias en los centros de FQ.
Los médicos utilizan cada vez más las pruebas de ejercicio para evaluar el rendimiento del ejercicio en personas con esta afección. Hasta ahora, ha habido una falta de estandarización global, lo que ha resultado en que algunas personas se beneficien más que otras.
El documento, publicado en ‘European Respiratory Reviews’, fue una colaboración entre más de 60 expertos de países como el Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Suiza, Alemania, Australia y otros. Su objetivo principal era “cambiar y mejorar la práctica clínica en todo el mundo”, afirma el doctor Saynor, de la Facultad de Ciencias del Deporte, la Salud y el Ejercicio de la Universidad de Portsmouth.
“Queríamos involucrar a colegas de áreas con diferentes sistemas de atención médica, y de países de bajos y medianos ingresos, para garantizar que nuestras recomendaciones tuvieran la mayor participación posible de las partes interesadas. Nuestro objetivo es que todas las personas con FQ de una edad apropiada tengan acceso a pruebas de ejercicio regulares para comprender mejor su salud y recibir consejos de ejercicio individualizados”, añade.
La guía de práctica clínica ofrece información valiosa, instrucciones de prueba y una selección de pruebas validadas de uso común. El documento también destaca las pruebas utilizadas anteriormente que ya no se recomiendan para las personas con FQ, así como las áreas que requieren más investigación. Representa el trabajo de un panel multidisciplinario de fisioterapeutas, científicos del ejercicio y médicos, todos miembros del Grupo de Trabajo de Ejercicio de la Sociedad Europea de FQ.
Varios hospitales de Reino Unido han comenzado a usar las pautas, y el equipo ha estado impartiendo cursos educativos de fisioterapia para médicos en conferencias y eventos internacionales, además de desarrollar recursos en línea gratuitos.
“Todavía hay mucho que no sabemos acerca de las personas que viven con FQ, pero el ejercicio se está volviendo cada vez más importante en el manejo de la condición. Esperamos que estas pautas ayuden a mejorar la confianza y la comprensión al hacer que todos realicen las pruebas de manera estandarizada”, asevera el coordinador adjunto del Grupo de Trabajo de Ejercicio ECFS, el doctor Don Urquhart de la Universidad de Edimburgo.
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