Alerta de que más del 42% de la población está en situación de inseguridad alimentaria y pide unos 115 millones de euros
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha lanzado un plan de respuesta de emergencia para dar ayuda a las comunidades de Sudán afectadas por la guerra desatada el 15 de abril entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) por las diferencias en torno a la integración de estas últimas en el seno de las Fuerzas Armadas.
El organismo ha explicado en un informe que “cuatro meses después del inicio de los combates, el conflicto se ha expandido a la región de Darfur y a partes de los estados de Kordofán y Nilo Azul, volviendo a activar la violencia intercomunitaria y provocando un desplazamiento generalizado”.
“Los combates siguen poniendo en peligro la seguridad alimentaria y la nutrición de millones de personas, empeorando un ecosistema ya altamente frágil”, ha manifestado, antes de incidir en que “la destrucción de infraestructura crítica, incluidos sistemas de agua y redes de comunicaciones, está teniendo impactos devastadores en todo Sudán”.
Así, han incidido en que “el uso de carros de combate, artillería y bombardeos está provocando la destrucción de infraestructura vital, incluidas viviendas, infraestructura de comunicaciones, negocios, hospitales y bancos, mientras impide la rehabilitación o el acceso a infraestructura y servicios clave”.
La FAO ha subrayado que el número de desplazados internos ha aumentado “de forma drástica”, con cerca de 4,4 millones de desplazados y un millón de refugiados, al tiempo que ha apuntado al “gran impacto” sobre el sector agrícola a causa de “los altos precios y la escasez de materiales clave, como combustible, semillas y fertilizantes”.
El organismo ha dicho además que la violencia sexual y de género “ha aumentado de forma significativa” desde el inicio del conflicto y ha alertado de que “mientras continúa el conflicto en Sudán sin indicaciones sobre su cese, la situación humanitaria en todo el país sigue deteriorándose”.
En este sentido, ha desvelado que cerca de 20,3 millones de sudaneses, lo que supone más de 42 por ciento de la población, se encuentran en niveles de inseguridad alimentaria grave, cifra que supone cerca del doble de la registrada en mayo de 2022. De esta cifra, unos 6,3 millones de personas –el trece por ciento de la población– están en niveles de emergencia.
Por ello, la FAO ha sostenido que “busca financiación urgente” para dar apoyo a la población sudanesa y ha recalcado que su objetivo es alcanzar a 10,1 millones de agricultores con semillas, ganado, apoyo veterinario y refuerzo de la adopción de buenas prácticas agrícolas, para lo que pide 123 millones de dólares (alrededor de 115 millones de euros).
“Millones de personas en Sudán hacen frente a una batalla por la supervivencia ante el empeoramiento de la crisis de seguridad alimentaria”, ha dicho el representante de la FAO en Sudán, Hongjie Yang. “Este plan de respuesta de emergencia busca dar lo básico a familias de agricultores, ganadores y pescadores para mantener la producción y alimentarse a sí mismos y a sus comunidades”, ha argüido.
Los combates estallaron a causa de las diferencias en torno al proceso de integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre de 2022 para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado protagonizado en octubre de 2021 por el jefe del Ejército, Abdalfatá al Burhan, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
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