MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
Un 7% de los siniestros mortales de tráfico en España se deben al sueño del conductor, que pierde el control de su vehículo y se sale de la carretera.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, aportó este miércoles ese dato al inaugurar una jornada sobre somnolencia y conducción en Madrid, como pistoletazo de salida para que la Dirección General de Tráfico (DGT) estudie implantar medidas para atajar esa distracción emergente en las carreteras.
Navarro indicó que, según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, cada año mueren 75 personas y otras 250 resultan heridas graves por sueño al volante. Además, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil indica que el cansancio está detrás de un 7% de los siniestros mortales en carretera.
Navarro comentó que la somnolencia y la conducción se trata de “un tema novedoso” y “emergente” que “afecta a la salud” e “indudablemente a la seguridad vial”.
DISTRACCIONES
Las distracciones al volante se convirtieron por primera vez en 2016 en la causa principal de los siniestros mortales en carretera, al estar presentes en un 33% de los casos y superar a otros factores tradicionales como el alcohol y la velocidad. Desde la DGT achacaron esa circunstancia al creciente uso de los teléfonos móviles.
La DGT tiene instaladas 246 cámaras de alta definición en las carreteras que fotografían a los conductores por si conducen con el teléfono móvil indebidamente en una mano y ha elevado la sanción por esa circunstancia con la pérdida de tres a seis puntos.
“Nos da la impresión de que quizás en las distracciones nos hemos olvidado del sueño. Concentrados todos en el teléfono móvil, que es la novedad, quizás se ha olvidado el sueño como un elemento que está detrás de ese aumento de las distracciones”, apuntó Navarro.
No obstante, un 42% de los siniestros mortales en carretera durante el año pasado en España fueron por salida de la vida, lo que generalmente implica un único vehículo implicado. “En algunos casos no hay alcohol, drogas ni teléfono móvil”, recalcó el director general de Tráfico, quien apostilló: “Quizá el sueño esté detrás de alguno de esos accidentes”.
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