MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigación internacional codirigido por la Universidad del Sur de California ha descubierto que una mayor exposición a la contaminación del aire en los tres meses anteriores a la concepción se relaciona con un mayor riesgo de obesidad infantil hasta dos años después del nacimiento.
Para el estudio, publicado en ‘Environmental Research’ y realizado junto a la Universidad de Duke (Estados Unidos) y la Universidad de Fudan, en Shanghái (China), los expertos han estudiado a 5.834 parejas madre-hijo a las que reclutaron en clínicas de fertilidad de Shanghái, lo que posibilitó el análisis previo al embarazo.
Los investigadores desarrollaron modelos de aprendizaje automático de última generación para calcular la exposición a la contaminación del aire durante el período previo a la concepción. Emplearon una combinación de datos satelitales, simulaciones de contaminantes y factores meteorológicos para estimar la exposición diaria a la contaminación en el domicilio de cada participante.
Después del nacimiento, los investigadores también recopilaron datos de registros médicos electrónicos sobre el peso y la altura de los niños en intervalos de tres meses hasta los dos años. A partir de estos datos, calcularon la tasa de variación del peso y compararon a los participantes que habían tenido un nivel bajo de exposición a la contaminación con otros de alta exposición.
Los niños cuyos padres habían estado expuestos a una mayor contaminación antes de la concepción mostraron un índice de masa corporal (IMC) ligeramente superior a aquellos cuyos progenitores no habían estado tan expuestos. Aunque los datos obtenidos no muestran una gran diferencia, sí confirman que la exposición previa a la contaminación del aire puede influir en el riesgo de que los hijos desarrollen obesidad.
“Estos hallazgos implican que los tres meses previos a la concepción son importantes y que las personas que planean tener hijos deberían considerar tomar medidas para reducir su exposición a la contaminación del aire para reducir el riesgo de obesidad de sus hijos”, dijo Jiawen Liao, PhD , investigador asociado postdoctoral en ciencias de población y salud pública en la Facultad de Medicina Keck y primer autor del estudio.
INICIAR MEDIDAS QUE MINIMICEN LOS RIESGOS
El estudio realizado tiene carácter observacional, por lo que sus autores han asegurado que se necesitan más investigaciones para determinar si la exposición a la contaminación del aire antes del embarazo afecta directamente el riesgo de obesidad infantil.
No obstante, han aconsejado que tanto madres como padres empiecen a tomar medidas que minimicen los riesgos. Por ejemplo, se puede utilizar mascarilla, permanecer en el interior tanto como sea posible cuando la calidad del aire exterior sea mala o utilizar un purificador de aire en el interior.
Los investigadores tienen previsto iniciar un nuevo estudio para monitorear la exposición a la contaminación del aire antes de la concepción en el sur de California.
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