Blanca Méndez recuerda una “presión brutal” contra su gestión y la de Teresa Cruz e insinúa que fue cesada por ser mujer
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 23 (EUROPA PRESS)
La exdirectora del Servicio Canario de Salud, Blanca Méndez, ha negado este jueves que sufriera “presiones” para contratar material sanitario con determinadas empresas pero sí recuerda una “presión brutal” contra ella y la consejera de Sanidad de comienzos de la pasada Legislatura, Teresa Cruz.
En una intervención ante la comisión de investigación del Parlamento de Canarias ha desmarcado su gestión durante cerca de ocho meses de la de uno de sus sucesores al frente del SCS, Conrado Domínguez, investigado por el ‘caso mascarillas’.
“Usa más el móvil que el papel”, ha señalado en referencia a “otra forma de trabajar” en la que no solía dejar constancia documental de algunas actuaciones, poniendo como ejemplo el ‘caso Rahlons’ y la huelga de limpieza en los centros sanitarios.
En esa línea, ha dicho que “tiene fama de buen gestor” pero en ese caso concreto, “no había un solo papel ni un solo informe” sobre la liquidación del contrato que habían anunciado los sindicatos. “Al heredar el SCS faltaba mucha documentación justificativa”, ha agregado.
Ha dicho que había una “estrategia” desde que empezó la legislatura para que Conrado Domínguez, que era secretario general técnico de la Consejería de Obras Públicas, se pusiera al frente del SCS, y ha reconocido que le molestó el “ninguneo” de que Domínguez coordinara el comité de expertos en pandemia cuando no formaba parte del departamento sanitario.
Según Méndez, “no parece lógico” que un secretario general técnico de Obras Públicas dirija un comité sanitario.
La exdirectora ha vinculado su cese al de la consejera, Teresa Cruz (PSOE), ya que fue nombrada por ella misma, y ha recordado como no se les dejaba trabajar “desde el primer minuto” y se les cuestionaba que no estuvieran “preparadas”.
“Vete ya que no sabes hacerlo bien”, ha rememorado sobre aquellos tiempos, subrayando también que quizás esperaban más “flexibilidad” hasta el punto de que algún miembro del Gobierno, que no ha desvelado, las llamó “flojas”.
Al igual que Cruz, tiene la “percepción” de que fue cesada –se lo comunicó el consejero de Presidencia, Julio Pérez– por ser mujer, algo que con el tiempo le supuso “un favor” porque no estuvo al frente del SCS en lo peor de la pandemia.
No obstante, ha señalado que fue un “error” aceptar el cargo porque pensaba que era de tipo “técnico” –es funcionaria en la Agencia Tributaria– y en cambio tuvo un peso muy político.
Ha defendido que hicieron un protocolo para asegurar que las compras de material se correspondieran con los requisitos técnicos y cree que si se hubiera aplicado tras su marcha, ni hubiera sucedido un caso como el de RR7.
Ha admitido que se debe utilizar la contratación de emergencia pero “sin abuso” y, en todo caso, justificarlo documentalmente a posteriori. “Quizás el segundo pago no se debió hacer, pero verlo desde las trincheras es fácil, yo lo hubiese documentado más”, ha destacado.
VE “PELIGROSO” NO TRABAJAR CON EMPRESAS SOLVENTES
Así, aunque no ha querido “demonizar a nadie” ha comentado que es “peligroso” contratar con una empresa que no tenga músculo financiero, por lo que entiende lo ideal era haber recurrido a las empresas “típicas” del subsector sanitario.
“Si tengo que hacer una carretera contrataré una empresa que se dedica a hacer carreteras, es mi opinión”, ha subrayado.
Sobre la directora de Recursos Económicos del SCS, Ana María Pérez, también investigada por el ‘caso mascarillas’, ha defendido su “profesionalidad y gestión”, incidiendo en que “nunca” le vio una actitud de “ir por libre”, pues es uina funcionaria “obediente”.
En ese sentido, ha sostenido que “dice la verdad cuando dice que recibió órdenes del comité de gestión sanitaria”.
Cuestionada por los inicios de la covid-19, ha valorado la gestión que se hizo con el aislamiento de los turistas alemanes infectados en la Gomera o el cierre del hotel del sur de Tenerife con unas 1.000 personas, una decisión que afrontó Teresa Cruz “con valentía”.
“Igual se gastó mucho material en el caso, aunque fue una labor exitosa, el equipo lo hizo de forma estupenda”, ha agregado, al tiempo que ha reconocido que lo pasaron “mal” por los ataques del subsector turístico.
“No íbamos como locas, íbamos de la mano de los profesionales. Lo vivimos con incertidumbre, sobre qué es lo que hay que hacer, pero Teresa lo tenía clarísimo, yo dudaba, pero fue muy valiente”, ha explicado.
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