MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La escritora iraní Parinoush Saniee, quien publica la novela ‘Los que se van y los que se quedan’ (Alianza), ha asegurado que las protestas en su país que surgieron a raíz de la muerte de Mahsa Amini hace más de dos semanas “van a seguir hasta que el régimen no pueda más”.
“El régimen va a seguir reprimiendo las protestas con violencia porque es la única forma por la que puede seguir ejerciendo el poder. La represión es la respuesta a la gente de la calle, para exigir que se callen y no protesten”, ha señalado en una entrevista con Europa Press la autora.
El libro de Saniee ha sido censurado en su país, al igual que su primera novela ‘El libro de mi destino’ –un súperventas mundial traducido a 26 idiomas–. Desde el año 2017 vive en Estados Unidos y hasta este momento reconoce haber tenido una vida “de salida y entrada” en Irán.
“Siempre he deseado vivir allí, pero la publicación de mis libros me llevaron a tener una residencia fuera. Salí hace cinco años y ahora quiero volver a un Irán libre de fanatismos religiosos. Cada vez que regreso tengo que acudir a la Fiscalía a responder preguntas, pero ahora no estoy segura ni de que esto vaya a ser así”, ha alertado.
Es precisamente esa condición de exilio –aunque Saniee afirma que ella no se siente en esa situación– la que da título a su nueva novela, que muestra el reencuentro de una familia separada por la revolución de 1979. “Cuando censuraron mi primer libro, no me lo podía creer: no hice más que hablar de las realidades del país y no entiendo que esas sean las preocupaciones del régimen”, ha aseverado.
La escritora considera que las protestas de estos días pueden ayudar a “un cambio estructural” en todo el país, que necesita “la unión de diferentes ideologías” para salir adelante. “Lo que ocurre en Irán ahora es muy esperanzador, sobre todo por ese apoyo de la población”, ha señalado.
Las mujeres han tenido gran protagonismo en estos movimientos y Saniee cree que es la “continuación de su lucha” durante años. “Siempre se les ha intentado poner murallas, pero la respuesta ha sido una lucha diaria: aún quedan muchos derechos fundamentales por conquistar, pero las mujeres nunca han estado calladas”, ha defendido.
De hecho, reconoce que el ‘hiyab’ se ha convertido en “un símbolo de la represión” contra las mujeres, pero “no se puede olvidar que hay otros problemas muy importantes”. Además, no descarta que esta ola de protestas contra “el fanatismo islámico” pueda llegar a otros países cercanos como Afganistán.
El papel de la cultura iraní contra el régimen ha tenido un papel relevante, que ahora se ha hecho más visible aún con el posicionamiento de nombres como el del oscarizado cineasta Asghar Farhadi. “Puede que ahora Farhadi ya no vuelva a hacer películas en Irán, pero es que si criticas hay un coste: para llegar a la libertad todos tenemos que pagar algo”, ha afirmado.
Por último, Saniee se ha mostrado también “preocupada” por el regreso al debate de las potencias nucleares, como es el caso de Irán. “No entiendo como se ha llegado a este punto en Irán, con unos dirigentes que no saben tomar decisiones lógicas para el pueblo pero manejan armamento nuclear. Es algo peligroso. Además, ahora que se ve que varios países tienen esas armas y se plantea la posibilidad de usarlas, me pregunto ¿para qué se han empeñado estos países en tenerlas?”, ha cuestionado.
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