MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El PSOE ha sacado adelante en el Congreso una enmienda a la Ley de mecenazgo para extender el régimen fiscal de la Iglesia católica al resto de confesiones, con el apoyo del PP y el rechazo de Unidas Podemos, Vox y Ciudadanos.
La enmienda transaccional, que se ha votado este miércoles en la Comisión de Hacienda del Congreso, ha sido aprobada por 26 votos a favor, 10 en contra y ninguna abstención.
De esta forma, se equipara la fiscalidad de las confesiones que tienen firmados acuerdos con el Estado –Iglesia católica, judíos, musulmanes y protestantes– a las de notorio arraigo –budistas, testigos de Jehová, ortodoxos y mormones–, que también estarán exentas de pagar el IBI y el Impuesto de Sociedades.
La enmienda, impulsada por los socialistas, ha salido adelante gracias al apoyo del PP, que la ha respaldado porque, a su juicio, “el carácter aconfesional del Estado no implica que las creencias y sentimientos religiosos de la sociedad no puedan ser objeto de especial protección”.
Tal y como ha explicado el diputado ‘popular’ Gabriel Elorriaga, “el derecho a la libertad religiosa no se agota en la protección frente a injerencias externas” y “no se trata de dejar a la gente que reza en las capillas”.
“Esta libertad constitucionalmente garantizada implica una doble dimensión de respeto a la libertad individual pero también de necesaria cooperación entre los poderes públicos y las confecciones religiosas”, ha subrayado.
“LA ENMIENDA DE MARRAS”
Si bien, la enmienda socialista no ha contado con el apoyo de los socios de Gobierno, Unidas Podemos, que se han referido a la misma como “la enmienda de marras”.
El diputado del grupo parlamentario de Unidas Podemos Txema Guijarro ha aclarado que están “en contra” de cualquier “discriminación por motivos religiosos” y entienden que esta iniciativa “en gran medida ha surgido por las demandas de la comunidad rumana y la Iglesia ortodoxa”.
Si bien, ha dicho que votan en contra de esta enmienda porque no entienden “las exenciones que tienen que ver con los lugares de culto”.
“Muchos de nosotros pensamos que un lugar de culto no es un servicio a la comunidad. Encerrarse en un espacio para tener una comunicación con una deidad es un acto que, en todo caso, podríamos denominar un acto privado en el cual no entendemos que tenga que interceder un tercero que sería en este caso el Estado”, ha valorado.
También ha votado en contra Vox pues, según han explicado, aunque entienden “el propósito” de la enmienda y valora “positivamente la intención de favorecer” a más confesiones religiosas, consideran que puede dar lugar a “una serie de problemas técnicos”.
Entre estos “problemas”, el diputado de Vox José Ramírez ha precisado que las confesiones que tienen firmados acuerdos con el Estado tienen una serie de “derechos” pero también “obligaciones”. Si bien, ha advertido de que, con esta enmienda, las confesiones de notorio arraigo “se beneficiarán de los derechos pero no tendrán obligaciones”.
“Los que están cumpliendo obligaciones, ¿cuánto tiempo van a tardar en querer deshacerse de esas obligaciones después de la situación que se ha creado en estos momentos?”, se ha preguntado Ramírez, que ha criticado que el Gobierno lleve desde 1992 sin firmar acuerdos con otras confesiones “de una manera absurda”. Esto, a su juicio, “solucionaría muchos problemas”.
La enmienda tampoco ha contado con el apoyo de Ciudadanos. El diputado de la formación ‘naranja’ Guillermo Díaz opina que lo que se debería hacer es “sacar a todas las confesiones de este tipo de beneficios”, así como a los sindicatos y a los partidos políticos “que no tienen por qué tener un trato preferente”.
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