Exempleada de Rato asevera ante el tribunal que desconocía la actividad de Kradonara porque solo llevaba su tesorería
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Jorge Camacho, un empleado de Plazas Abogados, despacho que llevó la administración de la sociedad que presuntamente usó el exministro Rodrigo Rato para repatriar fondos a espaldas de Hacienda, ha indicado este miércoles ante el tribunal que él llevó la contabilidad de esa empresa –Kradonara– y que entiende que sí tenía actividad de consultoría real porque vio facturas y trabajos.
Esta nueva sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid por el presunto incremento ilícito del patrimonio del que también fuera presidente de Bankia se ha centrado en analizar esa sociedad denominada Kradonara. Esa empresa, según sospecha Fiscalía, habría sido usada como vehículo para repatriar parte de las cantidades ocultadas por Rato al fisco español.
Cabe recordar que el escrito de acusación de Anticorrupción indica que Rato mantuvo un patrimonio oculto a la Hacienda española a travésde diversas sociedades extranjeras –Red Rose Investment, Red Rose Finantial, Wescastle y Vivaway–.
Asimismo, describe que para traer de vuelta el dinero a España, Rato habría contado con la colaboración de su excuñado Santiago Alarcó y del asesor fiscal Domingo Plazas. El primero habría manejado las cuentas en el extranjero y el segundo habría administrando la sociedad española Kradonara para organizar esa repatriación de parte de las cantidades blanqueadas gracias a cuentas omnibus tituladas por el trust gibraltareño Finsbury.
En la jornada de hoy, una vez más afectada por problemas con la muestra y digitalización de material documental, Jorge Camacho ha explicado que desde ese despacho –Plaza Abogados– la labor que hacían para Kradonara era la de asesorarle en el cumplimiento de sus obligaciones contables y fiscales.
También ha confirmado que manejaban las cuentas bancarias de esa sociedad porque el socio del bufete, Domingo Plazas, era administrador de la misma. “Era una sociedad patrimonial, se constituyó para adquirir un bien inmueble en Sotogrande, una parcela en la urbanización, y no tenia mucha más actividad”, ha recordado de los inicios de Kradonara.
Sobre si le constaban trabajos de consultoría de Kradonara para Albisa –empresa de Alberto Portuondo, también encausado– entre 2011 y 2012, ha señalado que tuvo en su mano el contrato y que entiende que esa actividad se daba puesto que se emitían facturas.
Del mismo modo, ha señalado que desde su punto de vista sí se hicieron trabajos desde Kradonara para Telefónica desde 2013 a 2015, y de hecho ha confirmado que vio alguno de los informes elaborados para esa compañía.
Asimismo, ha señalado que el propietario de la misma en un inicio fue Alarcó, pero que contaba con la participación de la sociedad inglesa Vivaway, y que en 2006 el titular pasa a ser Rato, pero manteniendo la participación inglesa.
Sobre el trust gibraltareño Finsbury, Camacho ha explicado que era el administrador de Vivaway y como tal les solían contactar por temas de balances.
La fiscal Elena Lorente le ha hecho una batería de preguntas sobre determinadas transferencias con destino Kradonara, y si bien el empleado no recordaba el detalle de cada una, sí que ha explicado que se realizaron varias pero que ellos desde Plazas Abogados solo tenían que contabilizarlas y asignarles el concepto que tuvieran.
“No analizábamos el origen de los fondos (que entraban en Kradonara) en absoluto, sólo los contabilizábamos”, ha destacado a preguntas de la fiscal.
LA DTE DE RATO
A Camacho también se le ha preguntado por la declaración tributaria especial (DTE), conocida como amnistía fiscal, de Rato, y ha señalado que él asistió a otro compañero en su preparación y que no aparecía la sociedad extranjera Wescastle “porque no había generado rendimiento y por tanto no era susceptible de declaración”.
Sí que ha confirmado que quien les facilitó los datos para su elaboración fue el propio cliente, bien directamente bien a través de Domingo Plazas.
Cabe recordar que la Fiscalía considera que el exministro “utilizó en realidad la DTE como un vehículo de blanqueamiento o limpieza de las ilícitas cuotas defraudadas que arrastraba desde hacia años por su patrimonio exterior”.
LA EXEMPLEADA DE RATO QUE HACÍA LA TESORERÍA
Por su parte, una exempleada de las empresas del exministro de Economía Rodrigo Rato, Mar Prado, ha señalado este miércoles ante el tribunal que a pesar de llevar la tesorería de la sociedad Kradonara no tuvo conocimiento de la actividad de esa empresa porque la contabilidad se llevaba desde fuera, desde el despacho de Plazas Abogados.
La empleada ha indicado que entró como plantilla de la misma en 2011 porque necesitaban que hubiera alguien en nómina, si bien su trabajo se ampliaba a otras empresas no solo de Rato sino de la familia Rato, para quienes trabajaba desde 1990.
Con esta limitación laboral, solo hacía tesorería, ha negado tener conocimiento de la contabilidad de esa empresa o de las facturas que llegaran o emitieran, y ha explicado que eso se trabajaba en el despacho Plazas Abogados –también encausado–, que ostentaba la administración. “A mi me mandaban los extractos de los bancos y yo cada concepto se lo hacía en un modelo de tesorería para que lo vieran por conceptos”, ha recordado.
En este sentido, ha mostrado su desconocimiento ante la mayoría de las preguntas lanzadas por la fiscal anticorrupción. Así, no sabía si en 2011 y 2012 los únicos ingresos de Kradonara llegaron por la empresa Albisa con facturas por consultoría.
“A PORTUONDO, POR LAS NOTICIAS”
Del mismo modo, ha negado conocer a Portuondo a pesar de que fuera su empresa quien fuera recurrentemente quien ingresara en Kradonara, y hasta ha negado que le sonara el nombre de Albisa. “El nombre de Portuondo de las noticias, pero no me suena de las empresas”, ha indicado.
La que fuera empleada de Rato también ha negado conocer los contratos de Kradonara con Telefónica en los años 2013, 2014 y 2015 –“no sé si los he llegado a ver”– y de hecho no recordaba si el exgerente del FMI realizaba informes macro para esa compañía y lo facturaba a través de Kradonara.
Con todo, sí que ha recordado que en un momento dado se puso en contacto con ella un abogado de Plazas Abogados, Fernando Sedano, para trasladarle que le preocupaba esa operativa de pagos de Telefónica porque, según ha apostillado la fiscal, podía suponer una simulación fiscal.
Pero ha insistido en que ella “no estaba muy al tanto” y por eso “no tenía nada que decidir sobre ese asunto” porque “no sabía nada de ese contrato con Telefónica”.
Por otro lado, la exempleada de la familia Rato ha aseverado que la sociedad del exministro denominada Cor Comunicación, de la que llevó un tiempo la contabilidad, sí tenía también actividad real y llevaba contratos de publicidad, hacían trabajos para radios, empresas y otros medios. De hecho, ha indicado que entre los clientes estaban grandes corporaciones como Endesa o Banco Santander.
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