MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La Misión Integrada de Asistencia para la Transición de la ONU en Sudán (UNITAMS) ha afirmado este jueves que está “consternada y profundamente conmocionada” por la muerte del gobernador de Darfur Occidental, Jamis Abdalá Abkar, un interlocutor “clave” en los acuerdos de paz de Yuba.
“UNITAMS condena este acto atroz. Relatos convincentes de testigos oculares lo atribuyen a las milicias árabes y a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), a pesar de que las RSF hayan negado su participación en la misión”, ha indicado en un comunicado, agregando que lamentan la pérdida de Abkar.
En este sentido, ha instado a las autoridades a enjuiciar a los responsable para que el “círculo de la violencia en la región no se extienda aún más”. “Apelamos a la sabiduría del pueblo sudanés para que no se deje arrastrar en el maremágnum del odio y la polarización étnica”, ha agregado.
UNITAMS también ha aprovechado para recordar su condena contra la escalada militar en Darfur, a la par que también ha instado al cese de la violencia en la región para permitir la entrada de ayuda humanitaria y prevenir un deterioro de la situación que pueda conducir a un conflicto a gran escala.
El Ejército sudanés ha acusado a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de estar detrás de su muerte, si bien estas se han han distanciado de lo sucedido y lo han achacado a “bandidos” que asaltaron la residencia del gobernador.
Los combates que estallaron el 15 de abril entre el Ejército de Sudán y las paramilitares RSF han dejado hasta ahora más de 950 civiles muertos y cerca de 4.750 heridos, según el último balance facilitado por el Sindicato de Doctores de Sudán.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó el martes su preocupación por la “creciente dimensión étnica” de la violencia en Darfur, mientras que el representante especial de la ONU en el país, Volker Perthes, apuntó a posibles crímenes contra la humanidad en el marco de las hostilidades en esta zona del país africano.
Las hostilidades entre las RSF y el Ejército estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
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