MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La educadora social Victoria Salinas ha entregado este martes más de 110.000 firmas, reunidas a través de Change.org, en el Ministerio de Interior para pedir más seguridad en los centros de menores tras el presunto asesinato de una compañera a manos de tres menores en un piso en Badajoz.
“No se están poniendo los medios que necesitamos. Pedimos poder ir a trabajar seguros, que se exijan las medidas de seguridad, que se controlen. Se exige una ratio mínima de educadores por cada turno, por cada centro de trabajo. Queremos que se aseguren de que se cumplen porque no se están cumpliendo a nivel nacional”, ha advertido Salinas en declaraciones a los medios frente al Departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.
La educadora social ha destacado la “repercusión enorme” que ha tenido durante los siete días desde que se lanzó la campaña de recogida de firmas y ha lamentado que “mientras esto ha ocurrido también han seguido ocurriendo incidentes en los centros de menores graves y agresiones”.
Aunque ha señalado que la lista de peticiones “puede ser muy larga”, ha recalcado que “lo principal” es que puedan llevar a cabo su labor “con seguridad”.
Salinas ha afirmado que tanto ella como muchos de sus compañeros, “por un motivo o por otro”, han sufrido “o amenazas o lesiones y momentos muy duros”. “Pero lo que más sufrimos es la pasividad de nuestras administraciones públicas, sin lugar a dudas”, ha sentenciado.
Respecto a la compañera asesinada, ha apuntado que es “impensable que estuviera sola en un turno que empezaba a las 8 de la tarde y que no contaba con los menores ya en sus habitaciones”.
Sobre el día a día en un centro de menores, ha explicado que, por lo general, “existe el trabajo de atención directa en el que se procura llevar a cabo unas tareas de vida diarias con normalidad, unos horarios, unas normas, unas actividades que consigan sus estudios, incluso talleres prelaborales, actividades de ocio, de todo tipo”.
“Y luego a mayores tenemos un trabajo de coordinación con los juzgados para llevar a cabo esos informes y que relaten si están consiguiendo sus objetivos o no. A mayores de esto, que es lo básico, se nos suele añadir alguna cosita por el camino”, ha agregado Salinas, que no se esperaba “para nada” la repercusión que ha tenido con la recogida de firmas en memoria de su compañera Belén y para que esta tragedia no se repita más.
Según declaraba Salinas en su campaña, los educadores sociales se enfrentan “a diario a situaciones de riesgo” y no tienen “suficiente seguridad: ni cámaras, ni protocolos claros, ni personal mínimo”.
La impulsora de la petición explica que dejó su trabajo en un centro de menores de reforma tras temer por su vida en varias ocasiones e incluso sufrir un motín.
En los comentarios de la petición, otros trabajadores sociales han contado su testimonio, como Borja Prieto, que trabaja como educador en un centro de reinserción social de menores y dice que se ha visto en “demasiadas situaciones violentas” que han “puesto en riesgo” su integridad física; Ana Donoso que dice haber vivido “situaciones muy duras” o Rubén Rubio, que añade que “está harto de las malas condiciones del sector, la poca seguridad, el nulo reconocimiento, los salarios irrisorios y la gestión privada”.
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