MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Este lunes, 15 de agosto, se cumple un año desde la llegada del primer vuelo a España con refugiados afganos que huían del regreso del régimen Talibán a su país y que fue recibido por un dispositivo de llegada en el aeródromo de Torrejón de Ardoz en Madrid, responsable de desviar a estas personas hacia el sistema de acogida español.
Una de las encargadas de este proceso, la directora general del Sistema de Acogida en materia de Protección Internacional y Temporal, Amapola Blasco, ha reconocido que, a pesar de llevar más de 15 años de experiencia en estas situaciones, ese día le marcó. “Nunca había visto nada igual”, ha explicado en una entrevista concedida a Europa Press.
Tal y como ha recordado, aquellas personas llegaron a España tras días en el aeropuerto de Kabul al que, en algunos casos, “habían entrado a través de las alcantarillas”. Algunos de ellos, según ha indicado, venían solo “con una bolsa de plástico” como equipaje.
“Los vimos salir de una situación horrible”, ha destacado, para indicar que los recién llegados se mostraron “muy agradecidos” y “muy cariñosos” con los que allí les esperaban.
Mención aparte merece uno de los momentos más emocionantes que, según Blasco, vivió esos días y que fue el reencuentro en Torrejón de una de las traductoras del ministerio con su madre y sus hermanas que venían en uno de los vuelos.
DE UN DÍA PARA OTRO
La directora general del Sistema de Acogida ha destacado la labor del Gobierno de hace un año y señala, principalmente, dos momentos. El primero, en el que se les pidió que prepararan la llegada de refugiados y que fue, prácticamente de un día para otro. “Me avisaron un viernes y me dijeron que la llegada podría ser el sábado, el domingo o el lunes”, ha recordado.
El principal handicap con el que contaba el equipo era que no sabían “nada” de los pasajeros, “ni cuántos, ni quienes, ni si había núcleos familiares”, ha explicado Blasco que, según ha apuntado, a partir del primer vuelo todo fue mucho más dinámico pues “se fue aprendiendo de la experiencia”.
Así, sobre la marcha decidieron ampliar la zona para niños que, en un principio habían diseñado más pequeña o se mejoró la división de las zonas de primera acogida. “Principalmente fuimos mejorando temas de logística y aprendiendo con cada vuelo”, ha explicado Blasco, quien ha recordado que, finalmente, el sistema funcionó hasta el punto de que nadie permaneció más de 48 horas en el dispositivo de acogida en el aeródromo.
Y, aunque este recibimiento fue una situación extraordinaria por sus circunstancias, la directora del Sistema de Acogida ha reconocido que este trabajo no se podría haber hecho sin “la experiencia del reasentamiento” de personas con la que ya cuenta el Ejecutivo, especialmente con personas del Líbano o Jordania.
APRENDIZAJE PARA LA LLEGADA DE UCRANIANOS
Del mismo modo, lo ocurrido hace un año ha valido, también para la llegada, medio año después, de los refugiados por la guerra en Ucrania. En este sentido, Blasco ha explicado que, con los afganos, se comprobó “la importancia de la documentación”, que después se dio para los desplazados de Ucrania.
“Aprendimos que es mejor que estén cuanto antes documentados. Si no pueden tener muchas dificultades para acceder a los recursos”, ha indicado.
Muchos de los afganos que llegaban, según ha apuntado Blasco, no tenían pasaporte, porque “mucha gente no se lo hace” o , porque “son jóvenes o niños”. Estas personas eran las que presentaron mayores dificultades para poder avanzar en el sistema de acogida. Por eso, ha apuntado la directora general, se puso tanto empeño en ese punto cuando llegaron los desplazados ucranianos.
“En este sentido, también le trasladé al ministro la importancia de crear centros de recepción”, ha declarado Blasco, quien ha apuntado a la puesta en marcha de los Centros de Recepción, Atención y Derivación (CREADE) que se abrieron en diferentes ciudades de España.
3.900 AFGANOS EVACUADOS
En total, desde el primer vuelo de evacuación, el 15 de agosto de 2021, el Gobierno ha llevado a cabo tres operaciones (Antígona I, II y III) que han permitido el traslado de 2.561 personas hace un año y, que junto a las que llegaron el pasado 21 de julio y las de este miércoles superarían las 3.900.
Desde Moncloa destacan que, entre las personas evacuadas por el Gobierno español se encuentran antiguos colaboradores directos del país, civiles colaboradores de países de la UE y la OTAN y personal diplomático, cuyas vidas se encontraban en riesgo tras la reinstauración del régimen talibán en Afganistán.
El Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, por su parte, cifra en 1.900 el número de refugiados afganos que entraron en el sistema de acogida, fruto de los vuelos llegados hace ahora un año. Además, esta semana ha acogido a más de 350 refugiados más pertenecientes a dos vuelos: uno en abril y otro el del pasado 10 de agosto.
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