MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Más de una decena de países, entre ellos España, y la Unión Europea han reclamado este lunes un diálogo “inclusivo” para establecer un Gobierno civil en Sudán un año después del golpe de Estado, en la medida en que consideran que se necesitan avances “urgentemente” para impedir “un mayor deterioro de la situación económica y humanitaria” en el país africano.
La nota, firmada también por la denominada ‘troika’ para Sudán –Estados Unidos, Reino Unido y Noruega–, aboga por una “transición democrática” que derive, a su vez, en un país “estable, próspero y en paz”. “Seguimos comprometidos para ayudar al pueblo sudanés a lograr los objetivos de su revolución”, han insistido.
La Asociación de Abogados de Sudán ha puesto sobre la mesa una iniciativa que deja fuera al Ejército de esta transición, en la que las diferentes fuerzas políticas tendrían margen para conformar unos órganos provisionales tanto en el ámbito político como judicial.
Para los principales actores internacionales, se trata de una iniciativa “creíble”, al tiempo que han resaltado que es la propuesta “que más apoyo ha recibido” hasta la fecha. Asimismo, han apuntado que está abierta enmiendas si alguna de las partes considera que es necesario introducir cambios a la hoja de ruta.
“Instamos a los actores sudaneses a priorizar el interés nacional frente a cálculos políticos”, han reclamado los gobiernos firmantes, que han llamado a recordar a los civiles que han dado su vida para pedir democracia en Sudán. En este sentido, han lamentado el fallecimiento de un manifestante este mismo domingo y han exhortado a las fuerzas de seguridad a actuar con contención.
El golpe de Estado de 2019 contra el entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, derivó en primera instancia en la instauración de un primer intento de transición que saltó por los aires en octubre de 2021, con la destitución del primer ministro civil, Abdalá Hamdok.
Las presiones internacionales forzaron un acuerdo para restituirle en el cargo en noviembre, lo que provocó que perdiera apoyo entre las fuerzas opositoras y revolucionarias, pero Hamdok presentó su dimisión en enero en protesta contra la represión de las movilizaciones y después de que las autoridades militares expulsaran del Ejecutivo a diversas agrupaciones civiles argumentando que actuaban contra los intereses del Estado.
El jefe del Ejército, Abdelfatá al Burhan, se hizo entonces con el control y ejerce como presidente del Consejo Soberano de Transición.
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