MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Los gliomas difusos, tumores que se generan en el sistema nervioso central y afectan sobre todo a adultos de 35 a 45 años, son enfermedades incurables, recurrentes y muy poco frecuentes, lo que los convierte en grandes desconocidos, señala la presidenta del Grupo Español de Investigación en Neurooncología (GEINO), Mª Ángeles Vaz, quien demanda “mayor esfuerzo” de la comunidad científica para avanzar en su investigación.
Así lo en una entrevista para Europa Press Infosalus con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras, que se conmemora este viernes. “La investigación en tumores cerebrales y, en particular, en los tumores de bajo grado ha sido muy lenta y requiere un mayor esfuerzo por parte de la comunidad científica”, ha destacado.
Actualmente, se estima que en España su incidencia es de entre los 700 y 900 casos del total de 286.000 diagnósticos de cáncer que se producen cada año.
“No es lo mismo un cáncer de mama, de colon u otro tipo de cáncer más mayoritario que los tumores cerebrales, que son considerados más minoritarios, por suerte y por desgracia. Por suerte porque hay menos casos, y por desgracia porque los que los tenemos trabajamos con esta inequidad. Somos los grandes desconocidos y no se nos atiende como es debido”, ha explicado en una entrevista a Europa Press por su parte el presidente de la asociación ASTUCE Spain, José Luis Mantas.
A Mantas le diagnosticaron un oligodendroglioma en el verano de 2022 después de sufrir convulsiones en una piscina, durante la fiesta de cumpleaños de su mujer. Para él esta noticia fue una “sorpresa”, igual que para los demás pacientes de estas afecciones, que no pueden esperarse ni preveerse debido a sus síntomas inespecíficos y a la falta de un diagnóstico precoz que sí existe, por ejemplo, en cáncer de mama.
Después de someterse a una cirugía para extraer la mayor parte posible del tumor, los pacientes pasan por sesiones de radioterapia y quimioterapia, un tratamiento que se mantiene desde hace varias décadas. Sin embargo, es común que, en una mediana de tiempo de unos cinco o seis años después del primer tratamiento, el tumor vuelva a aparecer.
Entre las complicaciones asociadas a los tumores difusos se encuentran las crisis epilépticas, frente a las que se prescriben fármacos antiepilépticos, y pérdidas en las capacidades motoras y cognitivas, sobre todo relacionadas con la memoria y la habilidad mental, lo que impacta en la vida laboral y social.
MUTACIÓN IDH
La oncóloga Mª Ángeles Vaz ha lamentado que la baja frecuencia de estos tumores y, por ello, la dificultad para recoger información clínica complican la investigación. Aun así, ha hecho hincapié en los avances que se han producido en los últimos años en el conocimiento de sus características moleculares, que han permitido “uno de los hallazgos más relevantes”.
Este descubrimiento consiste en la mutación del gen IDH, una alteración molecular que presentan “prácticamente” todos los gliomas difusos de bajo grado. Así, con fármacos inhibidores se consigue ralentizar la evolución del tumor y un mejor control de la enfermedad a largo plazo. “Puede servirnos para tratar de evitar tratamientos que actualmente se utilizan y que son más agresivos”, ha puntualizado.
Sin embargo, aparte de este hallazgo, Vaz ha indicado que no ha habido otros recientemente y tampoco hay casi ensayos clínicos al respecto en la actualidad, por lo que ha llamado a “aunar fuerzas” para la investigación. “Es muy importante trabajar en red, es decir, que tengamos datos procedentes de diversos centros para conocer mejor la enfermedad (…). Aparte de eso, es necesario que haya opciones de recursos de investigación, que haya becas dirigidas a este tipo de tumor”, ha comentado.
CREACIÓN DE CENTROS DE REFERENCIA
Para contribuir a la investigación y a un adecuado manejo de los pacientes, la experta en tumores cerebrales ha destacado que también sería clave la creación de Centros de Referencia en el Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que al concentrar los casos se facilita una mejor atención médica por parte de un equipo multidisciplinar que esté centrado en estas patologías.
“Cuanto más casuística esté concentrada, mejor manejo de la situación, los pacientes van a tener más recursos, más acceso a ensayos clínicos, si los hay, a mayor investigación, y pienso que ese debería ser el recorrido que evolucione de manera pareja, como se ha hecho en otros tumores poco frecuentes”, ha expresado.
Por su parte, José Luis Mantas también ha hecho hincapié en la creación de estos centros especializados, así como en la importancia de la secuenciación molecular y en la creación de un biobanco de gliomas, que permitiría disponer con más facilidad de muestras biológicas de los pacientes, necesarias para la investigación.
ASTUCE Spain trabaja en estos objetivos, junto a la reclamación de financiación por parte del Sistema Nacional de Salud (SNS) de algunos de los tratamientos que han demostrado viabilidad, como los campos eléctricos (TTFields, en inglés) en el caso de los glioblastomas. “Estamos constantemente intentando remar hacia el mismo sentido, que es alargar la vida del paciente”, ha finalizado Mantas.
- Te recomendamos -