MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) ha autorizado a Cepsa la compra de estaciones de servicio Ballenoil, líder en España en el segmento de gasolineras ‘low cost’.
El Consejo de la CNMC ha acordado aprobar la adquisición en primera fase con compromisos, según han informado a Servimedia fuentes del regulador.
Cepsa anunció el pasado noviembre un acuerdo para la integración de Ballenoil, con una red de unas 230 gasolineras y 350 empleados. La compañía no precisó el montante de la transacción, pero distintas informaciones han apuntado una cifra cercana a los 300 millones.
Cepsa aseguró que tiene intención de mantener la marca Ballenoil, así como su modelo de negocio y actual estructura.
La segunda petrolera española ha diseñado para su nueva enseña un plan de crecimiento que pasa por llegar a las 500 estaciones en 2027 y ampliar progresivamente la oferta con puntos de recarga eléctrica y venta de biocombustibles.
“CONSOLIDAR” BALLENOIL
Con esta compra, el grupo Cepsa superará los 2.000 establecimientos en el mercado ibérico. Cepsa no informa en el comunicado sobre el montante económico de la transacción. Cuando la primavera pasada se publicaron informaciones sobre esta hipotética compra se habló de una cifra de entre 200 y 300 millones de euros.
El director de Mobility & New Commerce de Cepsa, Pierre-Yves Sachet, señaló que “nuestro objetivo es consolidar a Ballenoil como marca destacada ‘low cost’ y posicionarla como referente en materia de sostenibilidad en este segmento. Seguiremos, en paralelo, transformando nuestra red de estaciones premium, donde los clientes encontrarán distintas soluciones de energía cada vez más descarbonizadas y servicios complementarios de restauración y ultraconveniencia”.
En el mismo comunicado de Cepsa, la dirección de Ballenoil afirmaba que este acuerdo con Cepsa “supone un respaldo al proyecto de Ballenoil y fortalece su plan de futuro, impulsando el crecimiento de la red y la incorporación de nuevas energías, además de garantizar el suministro de combustibles”.
Ballenoil, nacida en 2010, formó parte de la nómina de empresas que sacaron su sede social de Cataluña en 2017 a raíz del ‘procés’ independentista, en este caso mudándola de Castelldefels (Barcelona) a las oficinas centrales en Alcobedas (Madrid).
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