MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El jefe del servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario La Luz, el doctor Carlos Durán, asegura que, actualmente, la cirugía es la opción más segura y efectiva a medio y largo plazo para el control de la obesidad y disminuir los riesgos que conlleva.
En el marco del Día Mundial de la Obesidad, conmemorado cada 4 de marzo, el experto detalla que a pesar de la existencia de distintas opciones farmacológicas para su tratamiento, su “relación coste/efectividad siempre es inferior al logrado con la cirugía a medio o largo plazo”.
En este sentido, el especialista señala que cuando la obesidad ya está establecida y el tratamiento dietético controlado por el endocrino ha fracasado, es cuando se debe plantear un tratamiento quirúrgico. “Así los pacientes intervenidos abandonan la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) en el 80/90 por ciento de los casos”, destaca.
Además, “un 50 por ciento deja la medicación hipertensiva, un 80 por ciento dejan medicación hipolipemiante (colesterol y triglicéridos) y hasta un 72 por ciento de los pacientes con diabetes tipo II abandonan la medicación y más de un 95 por ciento reducen la cantidad de medicamentos para su control o dejan la insulina”, añade el doctor Durán.
Tal y como indica el experto, se considera obesidad cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) es superior a 30 y obesidad mórbida cuando es superior a 40. “Es frecuente escuchar actualmente recomendaciones sobre aceptar la obesidad como algo normal o saludable en contraste con el concepto de belleza basado en patrones de delgadez y musculación”, comenta.
En este sentido, el doctor Durán recuerda que si bien se deben rechazar los cánones perfectos, no se debe incurrir en el error de normalizar la obesidad como un estado saludable, ya que se trata de una enfermedad crónica “que está directamente relacionada con un aumento de la incidencia de múltiples enfermedades y disminuye significativamente la esperanza y calidad de vida de los pacientes”.
LA PREVENCIÓN: EL MEJOR TRATAMIENTO
“Se relaciona directamente con aumento de incidencia de diabetes tipo II (el doble que la población no obesa), elevación de colesterol y triglicéridos”, además de “una disminución significativa de la esperanza de vida”, advierte el experto.
“Apnea de sueño, patología articular y aumento de incidencia de algunos tumores como el de colon, mama, tiroides o esófago”, son otras de las consecuencias que puede provocar la obesidad. Ante este contexto, el doctor Durán precisa que el mejor tratamiento es la prevención.
“Por lo tanto, se deberían inculcar en la población (fundamental en edad escolar) hábitos de alimentación saludables en cuanto a cantidad y calidad (dieta rica en fibra, hidratos de carbono de absorción lenta como las hortalizas, frutas, legumbres, arroz, pasta y reducción de alimentos procesados y azucarados) así como una vida activa fomentando el ejercicio diario y evitando el sedentarismo”, recomienda.
Finalmente, el experto recuerda la importancia de realizar el tratamiento y seguimiento desde un punto de vista multidisciplinar y en centros hospitalarios con experiencia, así como huir de centros de estética donde ofrezcan tratamientos “milagro y de bajo riesgo”, probablemente mal indicados y poco efectivos.
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