MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El regreso de la caza deportiva del lobo ibérico al norte del río Duero podría volver a tener rango legal si el Congreso confirma la próxima semana esa petición gracias a enmiendas del PP aprobadas en el Senado a través de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario.
Este jueves se cumplen nueve años de una multitudinaria manifestación celebrada en Madrid y convocada por más de 200 organizaciones ambientales, entre ellas Lobo Marley, Ecologistas en Acción y WWF, que demandaron una mayor protección de esa especie bajo el lema ‘Lobo vivo, lobo protegido’.
El pasado viernes entró en vigor un cambio normativo en el Convenio de Berna que rebaja el estatus de protección del lobo, que pasa a ser una especie “protegida” y no “estrictamente protegida”, tras así proponerlo la Comisión Europea. Ello abre la puerta a modificar la Directiva Hábitats para matar poblaciones de ese gran carnívoro.
El lobo ibérico es una especie protegida en toda España desde el 22 de septiembre de 2021, momento en que entró en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) y en que dejó de ser cinegética al norte del Duero, con lo que su caza deportiva está prohibida en todo el país.
Pero esa situación podría cambiar después de que el Senado aprobara este miércoles dos iniciativas que pretenden, básicamente, que el lobo ibérico deje de estar protegido en toda España y se permita su caza al norte del Duero, como ocurría hace más de cuatro años.
“CONTROL DEL DESCONTROL”
El argumento fundamental de esas iniciativas es reducir los ataques loberos al ganado en Asturias, Cantabria, Galicia y el norte de Castilla y León, donde se concentra cerca del 90% de los lobos ibéricos en España.
Una de ellas, de mayor enjundia por ser de rango legal, se refiere a la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, que introduce, gracias a tres enmiendas presentadas por el PP, la posibilidad de cambiar el estatus de protección del lobo ibérico al norte del Duero para “controlar el impacto que la especie está produciendo en las explotaciones ganaderas y con ello el desperdicio alimentario”, según los populares.
El PP justificó este cambio legal indicando que la legislación española establece que los cadáveres de animales, incluidos los muertos por ataques de lobos, deben ser gestionados conforme a las normativas sanitarias para prevenir riesgos de enfermedades.
Lorena Guerra, del PP, apuntó en el Pleno del Senado que los ataques del lobo causan “más de 14.000 reses sacrificadas al año, más de cuatro millones de kilos de alimentos desperdiciados y, lo peor de todo, pérdidas millonarias para nuestros ganaderos”.
Antonio Luengo, también del PP, abogó por “el control del descontrol del lobo” sacando a esa especie del Lespre para que se permita “un control de la población” al norte del Duero.
Por otro lado, el Pleno del Senado aprobó este miércoles también una moción por la que se insta al Gobierno a excluir del Lespre a las poblaciones del lobo ibérico al norte del río Duero, así como a revisar la estrategia española de conservación de ese gran carnívoro.
La moción contó con los votos favorables del PP, el PNV, Junts, Vox y UPN. Estas formaciones cuentan con mayoría en el Congreso, si se mantiene en esta Cámara la orientación de lo votado en el Senado.
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