MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
La Cámara de Comercio de España elevó en tres décimas sus previsiones para el PIB de 2025, al pasar del 2,1% al 2,4%, impulsado por el “desempeño reciente de la economía española”. Además, adelantó su primer cálculo para 2026, con un avance del PIB del 1,9%.
Sus estimaciones para la inflación también se movieron al alza, con una previsión de incremento de los precios del 2,9% este 2025, 1,1 puntos por encima de lo estimado en las proyecciones anteriores. El IPC subyacente se espera que sea del 2,3% en 2025. Para 2026, el IPC medio quedará en el 2,6%, y la subyacente, en el 2%.
La Cámara de Comercio de España apuntó que el incremento de la masa monetaria en circulación, las amenazas arancelarias, las dificultades para controlar los precios en el componente de servicios, el comportamiento de los precios de la energía, o la ausencia de un efecto base que pueda beneficiar la comparativa interanual están detrás de esta revisión.
En el empleo, las previsiones se mantienen sin cambios, con una tasa de paro del 10,5% en 2025. En 2026, se moderará tres décimas, hasta el 10,2%.
La Cámara pronostica que la ocupación podría crecer un 1,5% en 2025, con la creación de 322.000 empleos a lo largo de este año. Ese ritmo se moderará en 2026, con 175.000 puestos de trabajo adicionales, con un avance del 0,8% en la cifra de ocupados.
La evolución del PIB y del empleo en los últimos trimestres impulsó la productividad y la Cámara confía en que esa tendencia “se mantenga durante los próximos meses”.
Este buen comportamiento del mercado laboral se reflejó, a su vez, en unas expectativas favorables de la renta de los hogares. También está ayudando a las economías familiares la política acomodaticia de bajadas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).
La combinación de esos dos factores “podría acelerar el crecimiento del consumo privado a lo largo de este año”. La Cámara corrigió al alza en 5 décimas porcentuales el repunte del consumo, hasta el 2,7% en 2025. Para 2026, esta macromagnitud avanzará a un ritmo más lento, con un repunte del 1,9%.
En cuanto al consumo público, la Cámara prevé un avance del 2,8% en 2025, pero sensiblemente por debajo del crecimiento del 4,9% registrado en 2024.
TENSIONES PROTECCIONISTAS
La Cámara de España contempló en sus proyecciones “el momento de incertidumbre internacional” que podría hacer que la demanda externa afectará negativamente al crecimiento este año. Ante este escenario, marcado también por la política arancelaria de Estados Unidos, la previsión de crecimiento de las exportaciones mermó en 3 décimas, hasta el 1,7%.
La Cámara reconoció que “el impacto directo de un incremento de los aranceles a las exportaciones españolas destinadas al mercado norteamericano sería limitado”. No obstante, si esas políticas se prolongan “la mayor preocupación estaría asociada a los efectos indirectos que podrían surgir”.
CARENCIAS ESTRUCTURALES
La Cámara de Comercio subrayó que la economía española sigue arrastrando “carencias estructurales” que debe abordar “con firmeza”.
Por un lado, el déficit público se mantiene en niveles “excesivamente elevados” e incide en “la vulnerabilidad de la economía española”. A su vez, esto limita la capacidad de las Administraciones Públicas para actuar ante el surgimiento de shocks imprevistos.
La demografía se presenta como “un reto de cara a la evolución de la productividad”. La Cámara apuntó que la ratio número de cotizantes/número de jubilados se está reduciendo y sólo se podrá sostener con aumentos de la productividad. Además, advierten de que “el saldo migratorio no parece ser un factor que pueda ayudar a paliar la situación” debido al tipo de composición sectorial de los puestos de trabajo de los inmigrantes.
La “excesiva dependencia exterior”,sobre todo de materias primas, también puede jugar en contra de la economía nacional. Para la Cámara, la apuesta por el Pacto Verde Europeo puede “exacerbar esa dependencia” y sus objetivos “parecen no estar acompasados con el desarrollo industrial necesario para avanzar en la sostenibilidad y reducir, al mismo tiempo, la dependencia del exterior”.
Por otro lado, las empresas se enfrentan a un “desajuste entre formación y necesidades”, en medio de un entorno laboral “muy cambiante”. Asimismo, la jubilación de especialistas de media y baja cualificación en diversos sectores también abre nuevas oportunidades de empleo.
“No se trata de un problema únicamente de regulación del mercado laboral, ya que también influyen factores sociales y culturales a los que no es fácil hacer frente”, señalaron desde la Cámara.
En último lugar, la Cámara señaló entre las carencias de la economía española la fragmentación regulatoria y exceso de normas, una modesta inversión pública y privada en I+D+i, el alquiler y acceso a la vivienda en las grandes ciudades, las dificultades para aumentar la dimensión media empresarial o la eficiencia de las políticas de ayudas públicas.
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