MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
La contaminación atmosférica ha mejorado en los últimos años en gran parte de Europa, mientras que, por el contrario, se ha producido un alarmante deterioro en partes de África y Asia central.
Así figura en un estudio de franjas de calidad del aire creadas por las universidades de Leeds y Edimburgo (Reino Unido), y Estatal de Carolina del Norte (Estados Unidos), así como la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
“La contaminación del aire suele denominarse el ‘asesino invisible’, pero estas imágenes hacen visible lo invisible, mostrando los cambios en la contaminación por partículas a lo largo de las décadas”, según Kirsty Pringle, de la Universidad de Edimburgo.
Jim McQuaid, profesor asociado en la Escuela de Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Leeds, apuntó que “la conclusión es que la contaminación del aire es uno de los principales factores de riesgo de muerte en el mundo; se cree que contribuye a una de cada 10 muertes en el mundo”.
“Nuestras franjas de calidad del aire muestran la enorme variedad de tendencias y concentraciones en todo el mundo. Las franjas demuestran que todavía queda mucho por hacer para reducir la exposición de las personas a la mala calidad del aire, y en algunos lugares mucho más”, subraya McQuaid.
FRANJAS
Inspirados por la imagen de las franjas del calentamiento climático, famosa en todo el mundo, los investigadores crearon su propia ilustración para trazar las tendencias cambiantes en las concentraciones al aire libre de la contaminación del aire por partículas, una mezcla de pequeñas partículas líquidas o sólidas como polvo, suciedad, hollín o humo que se encuentran en toda la atmósfera.
Hay rayas para las capitales de todos los países del mundo y dos ciudades adicionales para China, Estados Unidos, India y Reino Unido.
Las franjas azules más claras cumplen con las Pautas de Calidad del Aire de la Organización Mundial de la Salud que se introdujeron en 2021, mientras que todos los demás colores superan los valores de esas pautas.
Los investigadores combinaron datos de simulaciones informáticas y observaciones satelitales para estimar las concentraciones cambiantes de partículas desde el comienzo de la revolución industrial. La paleta de colores de las rayas fue ideada por un artista que analizó más de 200 imágenes en línea de ‘contaminación del aire’ para identificar las paletas de colores dominantes.
El análisis señala que hay mejoras en la calidad del aire de la mayor parte de Europa, sobre todo en el oeste. Las normas más estrictas sobre la calidad del aire y los avances tecnológicos han logrado reducir las concentraciones de partículas en suspensión en la mayoría de las ciudades europeas, como Berlín, Bruselas y Londres.
En cambio, las condiciones atmosféricas han empeorado en ciudades de Asia central y partes de África, como Islamabad, Delhi y Nairobi. La rápida urbanización, el crecimiento industrial y los marcos regulatorios limitados contribuyen a esta tendencia, que plantea importantes riesgos para la salud de las poblaciones locales.
Las imágenes resaltan las marcadas disparidades en el progreso de la calidad del aire entre diferentes regiones. La influencia de fuentes naturales (como polvo del desierto e incendios forestales) fue particularmente notable en algunos lugares, como Yakarta.
RIESGOS PARA LA SALUD
Las partículas en suspensión, o PM2,5, tienen un diámetro inferior a la 30ª parte del ancho de un cabello humano y pueden penetrar fácilmente en los pulmones. Las más pequeñas pasan al torrente sanguíneo y afectan a nuestra salud, y algunas incluso se han detectado en la sangre de fetos.
Pueden provenir de fuentes naturales, como volcanes y desiertos, pero también son producidos por actividades humanas, como la industria, los automóviles, la agricultura, los incendios domésticos y los fuegos derivados del cambio climático.
Se ha vinculado el PM2.5 a una amplia gama de problemas de salud, que van desde problemas respiratorios como el asma hasta una menor salud pulmonar, una mayor probabilidad de desarrollar cáncer y enfermedades cardíacas y un mayor riesgo de desarrollar muchas enfermedades, entre ellas diabetes, alzhéimer y párkinson.
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