MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La agencia de calificación Moody’s prevé que las perspectivas para los principales bancos del mundo sean “negativas” en 2024 por el actual tono restrictivo de las políticas monetarias y por el menor crecimiento del PIB resultante de este endurecimiento.
“La reducción de la liquidez y de la capacidad de reembolso mermará la calidad de los préstamos, lo que conllevará mayores riesgos para los activos. Es probable que la rentabilidad disminuya por el aumento de los costes de financiación, el menor crecimiento de los préstamos y la acumulación de reservas”, ha explicado el vicepresidente y jefe sénior de créditos en el Servicio de Inversores de Moody’s, Felipe Carvallo.
“La financiación y la liquidez plantearán retos, pero la capitalización se mantendrá estable, beneficiándose de la generación orgánica de capital y de un crecimiento moderado de los préstamos, y mientras algunos de los mayores bancos estadounidenses acumulan capital”, ha añadido.
De esta forma, el diagnóstico realizado por la agencia indica que el entorno se deteriorará bajo políticas monetarias restrictivas. Los principales bancos centrales empezarán a bajar los tipos, pero el flujo monetario seguirá “restringido”, lo que se traducirá en un menor crecimiento del PIB en 2024.
Además, la inflación se moderará, pero persisten “los riesgos geopolíticos y climáticos”. El crecimiento económico de China se ralentizará debido a la contención del gasto privado, la debilidad de las exportaciones y la corrección en curso del mercado inmobiliario.
La calidad de los préstamos se verá perjudicada por la escasa liquidez y la menor capacidad de reembolso. Igualmente, las anteriores subidas de tipos provocarán un mayor riesgo de activos y una acumulación de reservas. Después, el aumento del desempleo en las economías avanzadas debilitará el rendimiento de los préstamos.
La exposición al sector inmobiliario comercial en Estados Unidos y Europa es un “riesgo creciente”, a la vez que en Asia-Pacífico determinados mercados inmobiliarios se enfrentan a tensiones. Los bancos chinos se enfrentan a los riesgos de un crecimiento económico más lento y a los “impactos de segundo orden de una prolongada recesión inmobiliaria”.
La rentabilidad disminuirá debido al aumento de los costes de financiación, el menor crecimiento de los préstamos y las necesidades de provisiones para insolvencias. “Es probable que las ganancias de rentabilidad de los dos últimos años empiecen a disminuir, pero seguirán siendo sólidas”, ha afirmado el documento de Moody’s.
El aumento de los costes de financiación reducirá los márgenes netos de interés, mientras que la producción de préstamos seguirá debilitándose a medida que las subidas de tipos limiten la demanda y se endurezcan las normas crediticias. Los gastos de provisiones seguirán al aumento de los riesgos de los activos, mientras que los gastos de explotación tendrán que hacer frente al incremento de las inversiones relacionadas con la tecnología y nuevos costes regulatorios.
La financiación y la liquidez serán “más difíciles” debido al endurecimiento de la política monetaria dado que el crecimiento de los depósitos se desacelerará a medida que éstos se desplacen a “cuentas más caras” o salgan de los sistemas bancarios, mientras aumenta la financiación de mercado. El menor crecimiento de los préstamos limitará las tensiones de financiación y la escasez de divisas dificultará la liquidez en algunos “mercados frontera”.
El capital se mantendrá, en general, “estable”, con los bancos europeos manteniendo “amplios colchones por encima de los mínimos reglamentarios”. En Estados Unidos, algunos de los mayores bancos acumularán capital debido a los cambios normativos. Por último, en Asia-Pacífico, la generación orgánica de capital y unos dividendos prudentes permitirán la estabilidad del capital.
PERSPECTIVAS DE EUROPA OCCIDENTAL
El endurecimiento de las normas de suscripción, que se está observando entre los bancos estadounidenses y europeos en respuesta al aumento de los riesgos de los activos puede provocar una contracción del crédito, lo que a su vez reduciría el crecimiento.
El rendimiento de los préstamos se debilitará, pero s0lo moderadamente ya que la caída del valor de los inmuebles dará lugar a un aumento de los préstamos problemáticos, pero los bancos están bien capitalizados y la calidad crediticia de sus carteras de préstamos inmobiliario es “sólida”.
Dentro del Viejo Continente, los bancos suecos son los más expuestos debido a sus elevadas concentraciones de préstamos a la vivienda y a la profunda recesión del mercado inmobiliario local.
Después, los crecientes y menos regulados mercados de crédito privados pueden restar oportunidades de préstamo al sistema bancario, pero también tienden a financiar a prestatarios más débiles y apalancados, “más susceptibles a sufrir con unos tipos de interés más altos”.
En consecuencia, Moody’s subraya que ya que los bancos proporcionan financiación a los prestamistas privados, cualquier deterioro de la calidad crediticia en el sistema privado puede reflejarse en un aumento de las provisiones para insolvencias y repercutir también en los bancos regulados.
Los márgenes netos de interés en Europa y Asia-Pacífico seguirán beneficiándose de la revalorización de los préstamos, con una repercusión “relativamente más gradual” en los costes de financiación. Los bancos con amplias franquicias en los mercados de capitales se beneficiarán de la diversificación.
Los colchones de capital seguirán siendo “amplios” puesto que los bancos europeos tienen uno de los mayores coeficientes de capitalización ponderada por riesgo y mantendrán reservas suficientes por encima de los mínimos establecidos por ley.
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