MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
El futuro plan del Ayuntamiento de Barcelona hacia el Front Marítim sigue sin convencer a los vecinos de La Barceloneta. Representantes vecinales lamentan que el cambio de usos del que plantea la futura ampliación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) puede afectar negativamente al barrio, reduciendo la seguridad de la zona y acabando con miles de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.
Los vecinos consideran que lo más beneficioso para el barrio sería una simbiosis de diversas actividades, en horario tanto diurno como nocturno y junto a la colaboración público – privada. Según datos de esta entidad, en la actualidad son cerca de 3.000 personas las que se benefician laboralmente, muchas de ellas del mismo barrio.
La Asociación de Vecinos de La Barceloneta, se muestra en contra de la ampliación del CSIC y asegura que “la desaparición de los locales del Front Marítim sería contraproducente para el barrio, atrayendo al ocio descontrolado”. Desde la asociación temen que proliferen los botellones, como ocurrió durante el cierre de los locales de ocio en la pandemia de covid-19. En ese momento, miles de personas se congregaban en la zona para beber alcohol, escuchar musicar y bailar hasta altas horas de la madrugada, afectando al descanso de los vecinos y a la conservación, seguridad y limpieza del barrio, según indican desde la asociación.
La entidad vecinal recuerda que gracias a la cooperación público – privada y la ciudadanía, esta zona ha podido ser reflotada y ser un reflejo de civismo y buenas prácticas teniendo un impacto muy positivo en un barrio que no ha recibido ninguna inversión municipal en la última década.
Los vecinos están satisfechos con los usos actuales del Front Marítim, ya que estos locales son capaces de garantizar un entorno seguro y dar opciones a los jóvenes que harían botellón en la playa para disfrutar de su ocio en uno de los locales, evitando actos de vandalismo o incivismo en el barrio.
RECHAZO
En la carta que han hecho llegar a la alcaldesa de Barcelona, la entidad vecinal lamenta la falta de diálogo y critica que el ayuntamiento esté dispuesto a contribuir económicamente con fondos municipales a la ejecución de esta obra de propiedad estatal, cuyo coste llegaría a los 3 millones de euros. Una inversión que contrasta con la realidad del barrio, al cual el actual gobierno de la ciudad ha dejado sin inversiones de ningún tipo durante los últimos años.
A los vecinos de la Barceloneta les sorprende la vigencia de este proyecto de ampliación del CSIC, puesto que meses atrás se ha puesto a disposición de este organismo el Mercat del Peix, con una dotación de 43 millones de euros y unas instalaciones de 100.000 m².
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