MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
La Asamblea de Madrid celebró este viernes un Pleno extraordinario para conmemorar el 40 aniversario de la Cámara y el 25 aniversario de su sede actual en Vallecas, en el que participaron presidentes y expresidentes tanto del Parlamento autonómico como de la Comunidad de Madrid, y realizaron llamamientos a la concordia frente al insulto, la crispación y las discrepancias ideológicas.
Al inicio de la sesión, el presidente de la Asamblea madrileña, Enrique Ossorio, pidió un minuto de silencio “por las últimas víctimas de la violencia de género” en la región. “Por Tatiana, su hija Abril de cinco años, y por Leticia, hasta hace pocos días vecinas de Carabanchel y de Puente de Vallecas”, indicó. Todos los diputados autonómicos se levantaron, incluidos los de Vox.
En primer lugar, y con una intervención limitada de cinco minutos por persona, emitieron su discurso desde la tribuna de oradores los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios. Seguidamente, fue el turno de dos expresidentes de la Asamblea de Madrid. En primer lugar habló Pedro Díez Olazábal, que ocupó el cargo entre 1987 y 1995 y que recordó cómo en Madrid se apostó “abrumadoramente” por la Constitución de 1978. Asimismo, resaltó cómo “la Asamblea de Madrid jugó un papel fundamental en la mejora de las condiciones de vida de la gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas de esta región”.
Sobre la crispación que se ha visto en los últimos meses en la Cámara, destacó que Madrid ha sido “casi siempre un oasis donde las aguas frescas, la oratorias, incluso el sentido del humor han predominado sobre la descalificación y el insulto”. “La verdadera función de un Parlamento es contrastar ideas, propuestas, formas de ver la realidad que cada uno ve como verdaderas y luego votar, decidir nunca puede ser la falta personal, nunca la crispación que lleva al odio al que no piensa como nosotros”, zanjó.
RECHAZO AL ENFRENTAMIENTO
En la misma línea se pronunció el expresidente de la Asamblea Juan Van-Halen. “El enfrentamiento con características baratas nunca lo he entendido, en un parlamento que se llama parlamento por algo, y donde la oratoria parlamentaria siempre se ha reconocido y se ha potenciado. Pues yo creo que últimamente no ocurre así, y me da pena”. Van-Halen también aprovechó para recordar la llegada de la institución a Vallecas y cómo se fraguó el proyecto gracias al trabajo de los arquitectos municipales.
Por su parte, el expresidente socialista de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina, que recibió elogios de todos los ponentes, utilizó su intervención para narrar la historia de cómo se construyó el edificio que alberga hoy la Asamblea en el distrito de Vallecas y elogió su diseño con “buen gusto”. Asimismo aprovechó para pedir que se use más a menudo el himno de la Comunidad de Madrid.
El expresidente madrileño Alberto Ruiz-Gallardón afirmó que “la historia de la Comunidad de Madrid ha sido una historia de éxito” y señaló que “la Comunidad solamente tiene sentido si es para servir a los ciudadanos”. “Aquí no hay hechos diferenciales, no hay discursos identitarios, aquí hay un sentido de servicio público”, remachó, e insistió en que “hemos cumplido en estos 40 años”.
EL ESPÍRITU DE LA CONSTITUCIÓN
La que fuera presidenta autonómica entre 2003 y 2012, Esperanza Aguirre, utilizó la mayoría de su discurso para hablar sobre la Constitución Española. “Es la Constitución de la libertad, de los que amamos la libertad y todos los que consideramos que la libertad no es un medio para hacer política, sino que es el fin de la política, el objetivo último y el valor supremo de toda la política”, explicó.
Además, señaló que en 1978 sólo estuvieron en contra del “consenso de la inmensa mayoría de las fuerzas políticas, la entonces minúscula Esquerra Republicana de Cataluña y la banda terrorista ETA” y que la “principal obligación” de Madrid debe ser defender el “espíritu de la Constitución” y “luchar contra todos los que quieren levantar muros entre los españoles”.
La expresidenta regional Cristina Cifuentes celebró estar de vuelta en la Asamblea donde trabajó, según explicó, durante 27 años, nueve legislaturas que le permitieron ver el “nacimiento, desarrollo y consolidación de Madrid”. Cifuentes elogió también a Joaquín Leguina y a Alberto Ruiz Gallardón y terminó su intervención pidiendo que “las discrepancias no impidan la concordia”, porque “querer a Madrid es querer a España y trabajar por Madrid es trabajar por España”.
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