MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) destacó este viernes que las previsiones económicas que el Gobierno ha remitido a Bruselas en el Programa de Estabilidad 2023-2026 “resultan factibles”, aunque trasladó la necesidad de disponer de “información adecuada” sobre las medidas de carácter presupuestario y fiscal incorporadas en el escenario macroeconómico para aumentar el “rigor del proceso de aval”.
Dicha demanda la dirigió a los Ministerios de Asuntos Económicos y Transformación Digital y de Hacienda y Función Pública, ya que considera que la mejora en el suministro de información es “especialmente relevante” en el caso del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) dado el “papel central que puede desempeñar como elemento dinamizador de la actividad”.
Por otro lado, la Airef reiteró al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital su petición de que el proceso de aval de las previsiones macroeconómicas se regule mediante un convenio o ‘memorando de entendimiento’ entre las partes, en línea con las buenas prácticas de los países del entorno y con el fin de hacer “más transparente y eficiente el proceso de aval del cuadro macroeconómico”.
Además, aclaró que su aval concierne únicamente al escenario macroeconómico que acompaña a la Actualización del Programa de Estabilidad. En las próximas semanas publicará el preceptivo informe sobre su valoración de la APE y el escenario fiscal que incluye, así como sus recomendaciones al respecto, tal y como tiene encomendado legalmente.
El escenario macroeconómico del Gobierno contempla un crecimiento del PIB real del 2,1% en 2023, idéntico al previsto en los Presupuestos Generales del Estado para 2023, y que se acelera hasta el 2,4% en 2024. En 2025 y 2026 el crecimiento real flexiona a la baja al producirse una convergencia hacia el crecimiento potencial, que el Gobierno estima en el 1,6%.
Las previsiones de crecimiento real del PIB del Gobierno se sitúan a lo largo del periodo proyectivo dentro del rango central de probabilidad definido en torno a las estimaciones de la propia Airef. A precios corrientes, las estimaciones de 2023 se sitúan por debajo de las esperadas por la Airef como consecuencia de un menor crecimiento esperado del deflactor del PIB, mientras que las correspondientes a 2024 quedarían en el límite superior del intervalo central. En conjunto, las previsiones del Gobierno se consideran factibles y como tal se avalan.
Los supuestos técnicos en los que se asienta el escenario de medio plazo recogen las previsiones más recientes sobre el crecimiento y el comercio mundial realizadas por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo y las expectativas acerca de las condiciones de financiación y de los precios de las materias primas en los mercados internacionales. Estos supuestos externos vienen marcados por la disminución de los precios de la energía, en particular, de los del gas natural, así como por las subidas de las principales referencias de tipos de interés. Los supuestos de crecimiento del PIB de la zona del euro se traducen en una desaceleración notable de los mercados de exportación de España en 2023.
En este punto, la Airef constata que la incertidumbre en torno al escenario de medio plazo del Gobierno sigue siendo “elevada”. Por un lado, el rápido e intenso endurecimiento de las condiciones de financiación podría restar dinamismo al consumo privado y a la inversión, especialmente en la segunda mitad de 2023 y en 2024.
En ese sentido, explicó que las estimaciones de crecimiento real para 2024 se encuentran en el rango alto de los intervalos centrales de probabilidad estimados por la Airef. Por otro, el escenario del Gobierno contempla un crecimiento del empleo notable a lo largo de todo el horizonte de proyección, superior al proyectado por la Airef y por otras instituciones y organismos, y sitúa la tasa de paro en el 9,8% en 2026.
A nivel global, la persistencia de las tensiones geopolíticas, la fragmentación y el ciclo monetario y financiero plantean riesgos a la baja en torno al crecimiento económico del Gobierno y en el de la propia Airef. La continuidad de la guerra en Ucrania, las tensiones hacia una mayor fragmentación comercial y de los flujos de inversión global, el tensionamiento de las condiciones de financiación y la persistencia de tasas de inflación elevadas proyectan riesgos a la baja sobre el escenario de crecimiento.
En el ámbito de los precios, la Airef percibe riesgos al alza sobre los deflactores del escenario del Gobierno, especialmente a corto plazo. Los efectos base sobre la energía y la caída de los precios de la energía en los mercados internacionales están permitiendo que la inflación general registre un rápido descenso (hasta situarse en el 4,1% en abril, tras superar tasas del 10% entre junio y agosto de 2022).
No obstante, la inflación subyacente mantiene tasas elevadas, superiores al 6%, en ese mismo mes. La persistencia de altas tasas de inflación aumenta el riesgo de que se produzcan efectos de segunda vuelta sobre los salarios y los márgenes empresariales. Por otro lado, la sequía podría presionar al alza sobre los precios de los productos alimenticios en mayor medida de lo contemplado.
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