Pide transparencia, consenso e insta a iniciar “de manera inmediata” el diálogo con todas las Administraciones para el plan
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ve “previsible” que España presente en septiembre un plan de ajuste fiscal estructural para cumplir con el nuevo marco europeo del 0,43% anual durante siete años, lo que supondría un ajuste de 6.000 millones al año, en lugar de plantear uno a cuatro años, que significaría un ajuste anual mayor, del 0,63% –unos 9.000 millones–.
Por ello, la AIReF ha instado este miércoles a dar la máxima transparencia al proceso de establecimiento de objetivos fiscales para cumplir con la nueva gobernanza europea, ha recomendado iniciar “de manera inmediata” el diálogo con todas las Administraciones Públicas –dado que ya se están iniciando los Presupuestos para 2025– y ha pedido consenso político sobre la hoja de ruta y las líneas generales del plan que enviará España a Bruselas.
El organismo independiente que dirige Cristina Herrero ha publicado este miércoles su Opinión sobre la nueva gobernanza fiscal europea, en la que analiza las principales novedades, las mejoras que implica el cambio y los retos a los que se enfrenta la economía española.
Según ha explicado la presidenta de la AIReF, esta reforma, a diferencia de anteriores, es de calado y supone una modificación profunda de esquema de gobernanza económica y fiscal. El objetivo principal es reducir la deuda de manera sostenida en países con ratios superiores al 60% del PIB, como España, y hacerlo de manera viable.
Esta reforma del marco fiscal supone que España debe definir una estrategia a medio plazo, en el que se establezca que la deuda pública se va a reducir de manera sostenida y viable en el tiempo. “Esto, desde luego, supone un reto económico para la economía española”, ha advertido Herrero.
Según ha recordado la presidenta de la AIReF, desde el pico que se alcanzó en el endeudamiento en el primer trimestre del 2021, el ratio de deuda ha tenido una senda descendente, pero ha explicado que esta caída ha venido de la mano de la eliminación de las medidas por la pandemia y la sustitución por otras de menor importe y por un crecimiento que en términos nominales elevado, con una contribución importante del deflactor del PIB.
EL CRECIMIENTO ECONÓMICO NO SERÁ SUFICIENTE PARA REDUCIR LA DEUDA
“En la medida que esa situación se vaya normalizando, tanto por la vía de los precios como por la vía de las medidas que se adopten, parece que el crecimiento económico no resulta suficiente para seguir provocando este descenso en el ratio de deudas sobre el PIB”, ha avisado la presidenta de la AIReF.
Las últimas previsiones de la AIReF es que en la segunda mitad de esta década se estabilizará la ratio de deuda ligeramente por encima del 100%, si bien para la próxima década se inicia una senda creciente asociada a la evolución de la demografía española. En este escenario inercial, las estimaciones es que el gasto primario crecería en torno al 3,8%.
Teniendo todo esto en cuenta, España necesitaría un ajuste a cuatro años de en torno al 0,63% del PIB para revertir esta senda de la deuda y colocarla en una trayectoria descendente u otra a siete años, “siendo lo previsible”, de en torno al 0,43% del PIB. En base al plan de ajuste a siete años, las estimaciones de la AIReF es que el crecimiento promedio anual del gasto estaría en el entorno del 2,7%.
“Este ajuste es exigente dado cuál ha sido la evolución promedio del gasto en los últimos años, que con carácter general se ha situado por encima del 4%”, ha señalado Herrero.
No obstante, todavía se encuentran pendientes de hacer públicos ciertos detalles metodológicos del nuevo marco que podrían hacer que estos cálculos varíen.
RECLAMA TAMBIÉN UNA REFORMA DEL MARCO FISCAL NACIONAL
Para afrontar estos retos, la AIReF ha formulado diferentes propuestas, como publicar la trayectoria de referencia de la Comisión, para que los distintos niveles territoriales de la Administración y otras instituciones puedan conocerla.
Del mismo modo, el proceso posterior de negociación con la Comisión Europea antes de la presentación de los planes fiscales estructurales de medio plazo, debe ser “transparente y consensuado”, en opinión del organismo independiente.
Por otro lado, la AIReF plantea iniciar de manera inmediata el diálogo con todas las Administraciones para consensuar un reparto de objetivos que garantice los compromisos a nivel europeo, ya que se están iniciando los procesos de elaboración de los Presupuestos de las AAPP de cara a 2025, primer año de inicio del plan de ajuste.
También se ha instado a abordar el proceso de reforma del marco fiscal nacional y especialmente el reparto de objetivos entre Administraciones de manera conjunta con la reforma del sistema de financiación territorial y de los mecanismos extraordinarios de financiación.
Asimismo, Herrero ha reclamado consenso político sobre las líneas generales del plan de ajuste fiscal y la presentación del mismo en el Parlamento, al tiempo que ha instado a hacer uso de los mecanismos de coordinación, como el Consejo de Política Fiscal y Financiera, la Comisión Nacional de la Administración Local o incluso una Conferencia de Presidentes para abordar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
MEJORAS Y RETOS DEL NUEVO MARCO EUROPEO
En opinión de la AIReF, la reforma de la gobernanza económica de la UE conlleva cuatro mejoras fundamentales que pueden aumentar la racionalidad y la efectividad de la manera en que se planifica y supervisa la política fiscal. En primer lugar, la reforma sitúa de manera explícita la sostenibilidad en el centro de las nuevas reglas fiscales, lo que tiene sentido dados los elevados niveles de deuda actuales, con una visión diferenciada por país y un fortalecimiento de la planificación a medio plazo. Además, busca un mejor equilibrio entre la consolidación fiscal y el crecimiento económico, al tratar de preservar la inversión. Asimismo, racionaliza los indicadores operativos que se utilizan para la supervisión de la política fiscal y desplaza la complejidad desde la implementación a la fase de diagnóstico.
Según la AIReF, la implementación del nuevo marco a nivel nacional plantea cuatro retos significativos. El primero tiene que ver con el objetivo de fortalecer la apropiación nacional de la senda de ajuste, lo que requerirá el compromiso político del Gobierno que presenta el plan de medio plazo y el del conjunto de instituciones y actores con responsabilidades en materia de política fiscal, especialmente en un país con un intenso grado de descentralización del gasto como España.
La AIReF explica que el hecho de que los planes deban establecerse para un período mínimo de cuatro años, sin posibilidad de revisión salvo en circunstancias excepcionales –entre las que se encuentra un posible cambio de gobierno– hace conveniente la búsqueda de consenso en las medidas que subyacen a esos planes.
El segundo desafío es adaptar el marco fiscal nacional para actualizarlo y hacerlo consistente con la reforma europea, mientras que el tercer reto, según la AIReF, es distribuir los objetivos y su aplicación entre los distintos niveles de las AAPP.
El último reto es hacer compatible la reducción de la deuda y las necesidades crecientes de gasto (defensa, política industrial, cambio climático, transición digital o envejecimiento) e inversión.
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