MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El esfuerzo de José María Finat Bustos para recuperar el lince ibérico en la finca El Castañar, situada en los Montes de Toledo, ha merecido el XIV Premio Fondena de Protección de la Naturaleza, entregado este miércoles en el Auditorio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid.
El jurado de este premio bianual ha destacado la relevante labor del duque de Patrana, José María Finat, en los Montes de Toledo “a través de una explotación diversificada, que busca la complementariedad entre aprovechamientos y una sostenibilidad económica”.
En concreto, el jurado subraya la aportación de la finca El Castañar su aportación a la conservación de la biodiversidad a través del aprovechamiento agrícola y pecuario, favoreciendo la polinización con la apicultura, la conservación del águila imperial y el lince ibérico.
En el caso del águila imperial, la finca El Castañar cuenta en la actualidad con nueve parejas y una importante cantidad de ejemplares inmaduros que campean por ella.
En cuanto al lince ibérico el enclave que gestiona Finat es la primera finca en reintroducir el lince ibérico en Castilla la Mancha. En la actualidad cuenta con una población de cinco hembras reproductoras censadas en el año 2022. Además cuenta con dos machos territoriales, así como al menos tres machos de dos años y varios ejemplares inmaduros.
Durante la entrega del galardón, el vicepresidente de Fundación Fondo para la Protección de la Naturaleza (Fondena), Lucas Urquijo, ha subrayado que El Castañar es una de las fincas cinegéticas “más emblemáticas” de España aunque la visión de sus propietarios les ha hecho “no solo limitarse a la caza, sino evolucionar hacia una altísima diversidad de usos y aprovechamientos”.
Urquijo ha destacado que esta diversificación de El Castañar la ha convertido en un “polo de desarrollo rural” porque incluye caza mayor y menor, ganado bovino de lidia, porcino ibérico, ovino manchego, viñas, olivares, cultivos agrícolas, así como turismo rural para visitar la explotación y visitas para observación y fotografía de aves y otras especies de fauna silvestre.
El acto ha contado con la participación de la vicepresidenta adjunta de áreas científico-técnicas del CSIC, Elena Cartea, del presidente de Fondena y duque de Calabria, Pedro de Borbón-Dos Sicilias, el vicepresidente de Fondena, Lucas Urquijo, y el secretario de la fundación, Alfonso Codorníu.
Durante su intervención, el presidente de Fondena ha recordado y valorado la labor de los fundadores de Fondena y expresar su reconocimiento por su capacidad visionaria que les llevó en 1982, bajo la presidencia de honor del Rey Juan Carlos a reconocer “la imperiosa necesidad de proteger el entorno natural”. “Dedicaron todos sus esfuerzos para preservar la rica biodiversidad de la flora y fauna de España”, ha homenajeado.
El duque de Calabria ha recordado que desde 1982 la Fundación Fondena ha colaborado y financiado distintos proyectos para proteger la biodiversidad de la fauna y la flora.
En el marco de sus actuaciones, el premio Fondena, creado en 1997, es un galardón bianual que distingue la contribución en la conservación de la biodiversidad desarrolladas por personas, entidades, asociaciones, instituciones o grupos de trabajo cuya labor creadora o de investigación haya contribuido de manera importante a la conservación de la fauna y la flora de España.
En estos más de 40 años, la entidad ha contribuido a proyectos como la conservación del lince ibérico, la protección y recuperación del quebrantahuesos en el Pirineo español o el mantenimiento del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega de la Serrezuela, un enclave de gran importancia para las rapaces ibéricas contando con una de las principales colonias de buitres leonados del país.
La finca El Castañar, está situada en la cara norte de los Montes de Toledo, un área de expansión del lince ibérico gracias a los sucesivos programas de recuperación de este felino emblemático de la fauna española que a principios de este siglo estuvo a punto de extinguirse, pues su población se redujo hasta el centenar de ejemplares. En la actualidad, su censo más reciente, estima la población en más de 1.600 ejemplares en el conjunto de la Península Ibérica.
La finca cuenta con unas 5.000 hectáreas que contiene todas las formas del monte mediterráneo: la zona norte de la finca es de orografía ondulada con colinas y barrancos, donde hay parte de monte mediterráneo salpicado de árboles y parte de dehesa de encinas con labor.
Al sur incluye zona de sierra con una altura máxima de 1.200 metros, con presencia de encinas y algún quejigo y los castaños que dan nombre a la finca. La altitud media de la finca ronda los 800 metros de altura.
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