MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Gobierno jordano ha avisado este sábado que una posible intervención militar israelí por tierra en Rafá, el último refugio de cientos de miles desplazados de Gaza hacia el sur del enclave, constituiría un nuevo “baño de sangre” ante el que la comunidad internacional no puede permanecer de brazos cruzados.
“No podemos permitir otro baño de sangre en Gaza”, ha hecho saber el ministro de Exteriores jordano, Ayman Safadi, que acompaña a la nota oficial de su departamento en su cuenta de la red social X.
Esta reacción es una más de las condenas al anuncio formulado ayer por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que ha solicitado al Ejército israelí la puesta en marcha de un plan para “evacuar” a los palestinos de Rafá — lo que se trataría de un nuevo desplazamiento forzado — para acabar con cuatro batallones de las milicias del movimiento islamista palestino Hamás presentes en la localidad, según el mandatario.
Así pues, el ministro jordano avisa que un ataque israelí contra el, aproximadamente, millón y medio de palestinos desplazados por la fuerza a Rafá provocará “una masacre de personas inocentes” que, de por sí, “viven en condiciones infrahumanas”.
Safadi, finalmente y como ya hiciera antes Arabia Saudí, ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a impedir semejante operación y “poner fin a una agresión que ha manchado nuestra humanidad colectiva”.
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