MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Japón finalmente no ha recurrido la decisión del Tribunal Supremo de Seúl que el 23 de noviembre ordenó el pago de 200 millones de wones –más de 140.000 euros– a cada una de las 16 mujeres supervivientes que habían denunciado haber sido víctimas de los burdeles militares instalados por las autoridades japonesas durante la invasión de Corea. Japón no reconoce este tipo de fallos y apela a su inmunidad como Estado.
Estas “mujeres de confort”, según el eufemismo utilizado por Tokio, habrían logrado así un dictamen “definitivo”, según ha destacado este sábado el Ministerio de Asuntos Exteriores surcoreano.
La ministra de Asuntos Exteriores japonesa, Yoko Kamikawa, respondió tras publicarse el fallo que era “absolutamente inaceptable” y “claramente contrario al Derecho Internacional y a los acuerdos entre los dos países”.
Ahora la prensa surcoreana resalta que la falta de recurso de Tokio se enmarca en una política de minimizar tales sentencias amparándose en su “inmunidad como Estado” y en la falta de jurisdicción de los tribunales surcoreanos.
Seúl subrayado que el Gobierno surcoreano “seguirá realizando esfuerzos por el honor y la dignidad de las mujeres víctimas de esclavitud sexual y a la vez mantendrá la cooperación entre Corea del Sur y Japón con un enfoque de futuro”.
Hasta 200.000 mujeres, la mayoría coreanas, fueron obligadas a mantener relaciones sexuales en los burdeles militares japoneses tras ser secuestradas o engañadas entre 1910 y 1945 y se ha convertido en uno de los contenciosos bilaterales más lesivos durante las últimas décadas. Tokio considera el asunto zanjado con el tratado de 1965 por el que concedió unos 800 millones de dólares en créditos blandos para cerrar las demandas de la época colonial.
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