MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El piloto español Isidre Esteve (Repsol Toyota Rally Team) tiene clara la importancia que ha supuesto en su carrera deportiva el Rally Dakar, una prueba que “ha sido un aprendizaje a nivel personal” y que le hizo ser “mejor persona” desde que lo corrió por primera vez, y confiesa que cuando sufrió su grave accidente en 2007 tocó “fondo”, pero tuvo la “suerte” de tener a su lado a su pareja, Lidia Guerrero, la cual le ayudó a que construyesen su “propio camino”.
“Para mí, el Dakar ha sido un aprendizaje a nivel personal. Cuando volví a casa de mi primera participación, me dije que no me volvería a quejar en la vida, porque era una persona afortunada, por las oportunidades que había tenido y las que seguro que iba a tener. Desde que fui por primera vez al Dakar, soy mejor persona”, admite Esteve en una entrevista facilitada por el Repsol Toyota Rally Team.
Para el catalán, “viajar, conocer distintas culturas, encontrarte en situaciones muy límite en lugares donde te sientes frágil te hace ver la vida de forma diferente”, y tampoco olvida su primer paso por el ‘raid’ en motos. “Hay una primera parte de mi vida, cuando empiezo en moto y tengo todas esas experiencias en el Dakar. Durante cuatro o cinco años, estuve en ese pequeño grupo de pilotos que tiene opciones de ganar carreras y el Dakar”, rememora.
“La segunda parte es a partir de 2007 y el accidente. Mi forma de ver y de vivir lo que realmente es importante en la vida es diferente desde entonces. Ahora, simplemente agradezco la oportunidad de estar hoy aquí, con la suerte de estar trabajando en lo que nos gusta”, añade el de Oliana.
Esteve recalca que el accidente en 2007 que le provocó una paraplejía irreversible le sucedió “en el mejor momento” de su carrera deportiva. “Tenía todo lo que había soñado y, de repente, no hay plan. Todo el mundo tiene un plan de vida y, para mí, no lo había, no podía hacer nada. Toqué fondo y suerte que tenía a Lidia (Guerrero) al lado. Un día, con Lidia, dijimos: ‘¿Sabes cuál será nuestro objetivo a partir de ahora? Vivir. Nada más’. A partir de ahí, construimos nuestro propio camino, hasta aquí”, expresa.
Y a partir de ahí inició su reconversión hacia las cuatro ruedas donde ha demostrado su destreza en un mundo, el de las carreras, donde siente que “nada ha cambiado”. “Estoy dentro del coche con Txema (Villalobos, su copiloto), en la línea de salida, y allí están también los Loeb, Sainz, ‘Nani’ Roma, y ahí estamos nosotros. ¿Qué hay de diferente? Nada. ¿Es que la pista será distinta para nosotros? No. Al final del día, salimos en la clasificación donde están todos. Esto es el deporte inclusivo de verdad y si, encima, es un deporte que me gusta y que, de alguna forma, da continuidad a algo que yo practicaba antes, genial”, advierte.
Su objetivo en el Dakar, el décimo que compite en coches, “es ser cada vez más competitivos, ser mejores”. “Hacer mejores etapas y estar más cerca de los pilotos de delante. Estar ahí, para superarnos, hacerlo mejor, llegar al final y estar satisfechos de lo que hemos hecho”, apunta el piloto catalán, que en la cuarta etapa de esta edición se metió en el ‘Top 20’ absoluto del rally.
Las posibilidades de victoria son lejanas, más que cuando pilotaba en moto donde pudo ganar el Dakar en 2004 y 2007, cuando sendas averías lo impidieron cuando iba primero y segundo respectivamente, o por culpa de una caída en 2006 cuando marchaba segundo, pero eso no frena al español que sabe que “hay más cosas aparte de ganar”.
“Hay unos valores, una manera de entender la vida, un trabajo en equipo, la cantidad de gente detrás de nosotros que trabaja cada día para que podamos ser más competitivos. Cuando eres joven, sólo quieres ganar, no eres consciente del esfuerzo que hay detrás”, sentencia Esteve, listo para conseguir acabar una vez más el considerado ‘raid’ más duro del mundo que reinicia este sábado su marcha tras la jornada de descanso.
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