MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv (Israel) propone un método de aprendizaje innovador para personas con trastornos del espectro autista (TEA) que puede acelerar el proceso de aprendizaje e incluso mejorar significativamente las capacidades en términos de percepción visual.
Tal y como recuerdan los investigadores, mejorar la capacidad perceptiva de las personas con autismo es a menudo “un desafío”, lo que generalmente requiere una formación larga y tediosa.
Así, el método propuesto se basa en la utilización de “ráfagas de memoria”, que consiste en exponer a una persona durante solo unos segundos a una tarea que ya se ha aprendido.
En comparación con las prácticas de enseñanza estándar que refuerzan la duración y la repetición de nuevas habilidades, el nuevo método demostró éxito en la mejora tanto de las capacidades de percepción visual como la generalización del aprendizaje, es decir, sobresaliendo en una tarea similar en condiciones que no han aprendido antes, para las personas con autismo.
El estudio, publicado en la revista ‘Current Biology’, ha sido realizado por la estudiante de doctorado Shira Klorfeld-Auslender y el profesor Nitzan Censor de la Escuela de Ciencias Psicológicas y la Escuela Sagol de Neurociencia de la Universidad de Tel Aviv, en colaboración con el profesor Ilan Dinstein y su equipo de la Universidad Ben-Gurion.
“En mi laboratorio, nos centramos en el estudio del aprendizaje en humanos, hoy en día sabemos que una gran parte del aprendizaje no ocurre en entornos de entrenamiento formal, sino después, en procesos de asimilación y refuerzo de la memoria que ocurren ‘fuera de línea’; por ejemplo, cuando nuestro cerebro está dormido”, expresa Censor.
Sin embargo, los métodos de enseñanza estándar todavía abogan por un enfoque en el que una práctica más larga equivalga a un mejor aprendizaje. Por ejemplo, si se quiere tocar el piano, se debe practicar durante muchas horas todos los días hasta que tocar se convierta en “una segunda naturaleza”.
“Ahora, hemos identificado un mecanismo de aprendizaje alternativo que utiliza ráfagas de memoria, una breve exposición a una tarea que ya se ha aprendido, para asimilar y generalizar la habilidad desarrollada”, detalla el experto.
En el estudio, el equipo de investigación examinó a unos 30 adultos con autismo a los que se les pidió que aprendieran una tarea visual (por ejemplo, identificar la dirección de las líneas que aparecen durante unos pocos milisegundos en la pantalla).
Sin embargo, en lugar de repetir la tarea durante mucho tiempo cada día, los examinados del grupo experimental principal aprendieron la tarea en profundidad el primer día, y los días siguientes estuvieron expuestos al estímulo visual durante solo unos segundos.
UNA MEJORA DEL RENDIMIENTO EN MÁS DEL 20%
Al final del proceso, aunque los participantes estudiaron la tarea durante un tiempo mínimo, su rendimiento mejoró significativamente, entre un 20 y un 25 por ciento, similar al aprendizaje de repetición múltiple y similar a los logros de los sujetos sin TEA.
Además, incluso cuando se les presentó una tarea en condiciones nuevas y no aprendidas (por ejemplo, cuando el estímulo aprendido está en una nueva ubicación), los examinados que aprendieron el método de ‘ráfagas de memoria’ tuvieron un mejor rendimiento que los del grupo de control; es decir, sabían cómo generalizar las habilidades aprendidas en la primera tarea.
El éxito de los participantes en la generalización del aprendizaje a otras situaciones se considera “bastante significativo”, ya que estas son habilidades con las que las personas con autismo tienen grandes dificultades.
“Ya hemos demostrado en estudios anteriores que los procesos de asimilación del aprendizaje se pueden mejorar a través de ráfagas de memoria”, dice el profesor Censor. “Hemos demostrado que no se necesita un tiempo de práctica prolongado para asimilar la tarea, basta con parpadear durante unos segundos para estimular la red cerebral relevante, y el cerebro asimilará el material por sí solo”, explica.
Según recuerdan, a menudo, las personas con TEA tienen dificultades para aprender y generalizar el aprendizaje repetitivo, es decir, utilizar herramientas que también se han aprendido en nuevas tareas.
A través de breves destellos de estímulo visual en la tarea aprendida, produjeron un aprendizaje idéntico al aprendizaje repetitivo en términos de su eficacia; es decir, acortaron significativamente el tiempo de aprendizaje. “El valor añadido es la capacidad de generalizar: los sujetos examinados realizaron una tarea en nuevas condiciones como si la hubieran aprendido plenamente”, precisa el investigador.
Según Censor, el nuevo método puede tener implicaciones potenciales significativas en una amplia gama de áreas. “El nuevo estudio podría allanar el camino para enfoques más significativos del aprendizaje para las personas con autismo, en una amplia variedad de tareas. Además, el método puede ayudar en la rehabilitación después de lesiones neurológicas, es decir, entrenando al cerebro para regenerar las conexiones dañadas, a través de un entrenamiento más corto”, finaliza.
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