MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) han demostrado que los pacientes con infección por COVID-19 presentan mayores niveles de la citocina IL-26 en la sangre.
Además, los niveles elevados de IL-26 se correlacionan con una respuesta inflamatoria exagerada que significa casos graves de la enfermedad, según sus resultados, que se han publicado en la revista científica ‘Frontiers in Immunology’.
Las vacunas contra el SARS-CoV-2 han resultado eficaces para reducir el número de casos de COVID-19 grave. Sin embargo, la aparición de nuevas variantes, la distribución limitada de la vacuna y el descenso de la inmunidad son problemas que impulsan a los científicos a encontrar tratamientos más eficaces para la enfermedad.
“Necesitamos comprender mejor los mecanismos inmunológicos subyacentes para encontrar mejores tratamientos. También es necesario mejorar el diagnóstico de los pacientes con COVID-19”, ha comentado Eduardo Cárdenas, investigador postdoctoral del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska y autor principal del estudio.
Los investigadores han intentado, por primera vez, determinar si la señalización inmunológica a través de la citoquina interleucina-26 (IL-26) está implicada en la COVID-19 grave.
“Ya sabemos que la IL-26 participa en la movilización de las células inmunitarias que combaten las infecciones bacterianas en los pulmones y también en las enfermedades respiratorias crónicas en los seres humanos. Además, la IL-26 tiene efectos antivirales y antibacterianos”, ha añadido otro de los autores, Anders Lindén, consultor y profesor del Instituto de Medicina Ambiental del Karolinska.
Para estudiar la implicación de la molécula en la COVID-19, los científicos reclutaron a 49 pacientes que habían sido hospitalizados con infección por SARS-CoV-2, 44 de los cuales presentaban síntomas graves y necesitaban oxigenoterapia.
Los pacientes fueron reclutados en un hospital de Estocolmo entre junio de 2020 y enero de 2021. También se reclutó un grupo de control de 27 individuos sanos durante el mismo periodo. Los investigadores midieron entonces los niveles de la proteína IL-26 y otros compuestos inflamatorios en la sangre.
“Podemos demostrar por primera vez que los niveles en sangre de la citocina IL-26 son mucho más altos en los pacientes con COVID-19 que en los controles sanos”, ha destacado el doctor Cárdenas.
Los investigadores también pudieron comprobar que este aumento estaba asociado a la llamada tormenta de citoquinas, una respuesta inflamatoria excesiva y peligrosa que caracteriza a los casos graves de COVID-19.
“Nuestro descubrimiento nos proporciona un biomarcador potencial para la COVID-19 grave, pero dados los efectos antivirales de la IL-26, también podemos haber identificado una nueva diana terapéutica”, ha agregado el profesor Lindén.
Según el doctor Cárdenas, los resultados son prometedores, pero son preliminares y justifican la realización de más estudios con una cohorte de pacientes más amplia.
“Dicho estudio está en camino y puede aportar más información sobre el valor clínico de la medición de la IL-26 en pacientes con COVID-19, como por ejemplo si los niveles reflejan la gravedad de la enfermedad”, ha remachado.
- Te recomendamos -