LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 11 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Instituto de Geociencias IGEO (CSIC-UCM) ha fabricado una simulación del suelo lunar compuesto por basalto a partir de rocas volcánicas de Geoparque Mundial UNESCO de Lanzarote y del Archipiélago Chinijo.
En un comunicado conjunto, ambas instituciones han señalado que el desarrollo de esta iniciativa –denominada ‘LZS-1’ y recogida en Scientific Reports– es un hito experimental y una primicia desde el punto de vista geológico y astrobiológico, puesto que en la Tierra se disponen de meteoritos y rocas lunares que solo pueden utilizarse a efectos experimentales de manera muy restrictiva.
De esta manera, el investigador del Departamento de Química-Física de la UCM, Fernando Alberquilla, ha explicado que “emular rocas y suelos de la Luna, Marte y otros cuerpos planetarios está destacando como un tema de vanguardia de primer nivel con implicaciones científicas, de ingeniería y sociales”.
Al respecto, observó que Lanzarote se está utilizando actualmente como análogo terrestre, que es una zona donde, además de probar instrumentos científicos, se testan otras capacidades de los astronautas en un entorno similar al contexto geológico, geomorfológico o mineralógico al que van a ir para asegurar la habitabilidad y la supervivencia.
En este punto, el investigador del IGEO, Jesús Martínez Frías, ha señalado que “a punto del despegue de Artemis y con el regreso de la humanidad a la Luna en marcha, es importante contar con simuladores para pruebas de habitabilidad”.
Además, los científicos han añadido que este resultado ayuda a la extracción de oxígeno de minerales, al cultivo de plantas y alimentos o a la caracterización y obtención de recursos, entre otras aplicaciones.
SE SELECCIONARON TRES KILOS DE ROCAS BASÁLTICAS
Por su parte, para llevar a cabo el estudio, se seleccionaron tres kilos de rocas basálticas y se analizaron mediante diferentes técnicas para determinar su composición a nivel mineralógico y geoquímico, y los resultados se compararon con datos de otros simuladores lunares y de la misión Apolo 14.
Después, se realizaron pruebas para conocer sus propiedades físicas y evaluar su capacidad como material análogo para su uso in situ como recurso para posteriores ensayos geológicos y astrobiológicos.
Finalmente, esta investigación se enmarca en las actividades del Grupo de Investigación de Meteoritos y Geociencias Planetarias del CSIC en el IGEO y el Laboratorio de Geociencias de Lanzarote, centradas en la importancia de las Islas Canarias, especialmente Lanzarote como uno de los Análogos y Laboratorios Naturales más importantes del mundo para estudios de geología planetaria y astrobiología.
“El desarrollo del LZS-1 en España abre la puerta a futuras e innovadoras investigaciones que conectan la Tierra, la Luna, Marte y los asteroides y el desarrollo de futuras misiones tripuladas”, concluyó Alberquilla.
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