MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
La Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA) confiaron en OHB System AG para desarrollar un tercer satélite e incorporarlo a los dos satélites de la misión Copernicus de monitoreo de dióxido de carbono antropogénico.
Según informó la ESA, esta incorporación acelerará la cobertura global, permitiendo mediciones “más rápidas y completas” de las emisiones de dióxido de carbono y metano provenientes de las actividades humanas para mejorar la evaluación de los esfuerzos de mitigación del clima.
La implantación de este tercer satélite fue anunciada este marres en la 17ª Conferencia Espacial en Bruselas. La directora de Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Simonetta Cheli, afirmó que, dada la crisis climática, la misión Copernicus de Monitoreo de Dióxido de Carbono Antropogénico (CO2M) es una misión de “alta prioridad para la Comisión Europea y es una de las misiones más importantes” en desarrollo.
El CO2M permitirá distinguir entre fuentes naturales y de origen humano de dióxido de carbono y metano, lo cual es un desafío “inmenso” dadas las fuentes con solo una pequeña fracción detectable en la atmósfera general. Para lograrlo, se requieren mediciones “precisas” que garanticen que la misión proporcione datos confiables que permitan a los gobiernos seguir su progreso en el cumplimiento de los objetivos climáticos.
Además, Cheli explicó que contar con tres satélites ya asegurados para la misión significa que “sólo se necesitarán 3,5 días para medir las emisiones en todo el planeta, en comparación con los cinco días que habrían llevado con dos satélites”.
Por su lado, el director de Sistemas de Observación de la Tierra en OHB, Ian Bennett, añadió que desde su empresa están “encantados” de que les hayan encargado construir un tercer satélite para esta misión “excepcional”, que es de “enorme importancia” para el planeta y la humanidad.
Los tres satélites llevarán cada uno un espectrómetro de infrarrojo cercano y de infrarrojo de onda corta para medir el dióxido de carbono atmosférico con alta resolución espacial. Estas mediciones serán utilizadas por la nueva Capacidad de Apoyo a la Vigilancia y Verificación del CO2M, que el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio está desarrollando como parte del Servicio de Vigilancia Atmosférica Copernicus de la Unión Europea.
Esta nueva herramienta combina observaciones satelitales con modelos informáticos y promete ser un punto de inflexión, ya que permitirá a los usuarios determinar con precisión qué emisiones son resultado de la actividad humana. Con el tiempo, reducirá las incertidumbres en las estimaciones de las emisiones de dióxido de carbono derivadas de la combustión de combustibles fósiles a escala local, nacional y regional.
Esto proporcionará a la Unión Europea una fuente de información para evaluar la eficacia de las medidas políticas y hacer un seguimiento de su impacto en la descarbonización de Europa y el cumplimiento de los objetivos nacionales de reducción de emisiones.
- Te recomendamos -