MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Con motivo del Día Internacional de ir andando al colegio, que se celebra este miércoles, la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES) ha destacado la relación entre ir caminando al colegio y el descanso nocturno.
“Como sociedad no somos conscientes todavía de que lo que hacemos durante el día influye en nuestras noches. Recibir luz natural a primera hora del día, sobre todo si se acompaña de una actividad física como puede ser caminar hacia el colegio, ayuda a aumentar el contraste entre día y noche, que es una de las condiciones esenciales para mejorar la calidad del sueño”, explica el doctor Gonzalo Pin, miembro de la junta directiva de FESMES.
El pediatra señala que esa exposición matutina a la luz solar, acompañada de ejercicio físico, “limpia el organismo de los neurotransmisores del sueño y ayuda a que empiecen a estar presentes los neurotransmisores de la vigilia”. “A más actividad física a primera hora de la mañana con exposición a la luz natural, mayor cantidad de neurotransmisores de la vigilia y, también, mayor cantidad de melatonina y de neurotransmisores del sueño por la noche”, ha detallado.
Todo ello se traduce en dos ventajas “fundamentales” para los niños y adolescentes, según el experto. Por un lado, un estudiante que va a clase andando va a conciliar el sueño por la noche con más facilidad y, además, este sueño va a ser “de mayor calidad”. Por otro, el niño va a aprender “mejor” en las dos primeras horas de clase, que suelen ser las más críticas por la somnolencia que se arrastra de la noche.
“Si los niños van al colegio andando, dedican los primeros 15 minutos de la jornada escolar a hacer actividades físicas al aire libre, aumenta el rendimiento escolar y disminuyen los episodios de problemas de conducta en el aula, porque el niño o adolescente que está somnoliento tiene un menor control de impulsos, lo que facilita que existan problemas de conducta”, argumenta Pin, apoyándose en los datos del estudio europeo ‘SHASTU’, que él mismo coordinó.
Según el portavoz de FESMES, no es necesario hacer una sesión muy amplia de actividad física por la mañana, sino que “basta con 10 o 15 minutos de paseo entre casa y el colegio para conseguir estos beneficios”. En ese sentido, en el caso de aquellas familias que tienen que ir al colegio o al instituto en un vehículo familiar privado o en transporte público, el pediatra recomienda salir antes de casa y aparcar el coche “un poco más lejos del centro” o “bajarse en alguna parada previa” para dar un “paseo a la luz natural”.
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