La organización insta a llevar a los responsables ante la Justicia para que “rindan cuentas”
MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido este jueves investigar posibles “crímenes de guerra” perpetrados por los rebeldes aglutinados bajo el Ejército Nacional Sirio, que cuentan con el respaldo de Turquía, en zonas del norte de Siria, donde mantienen enfrentamientos con las fuerzas kurdas.
La organización, que ha denunciado que uno de estos ataques con drones perpetrados por la citada coalición alcanzó una ambulancia de la Media Luna Roja Kurda, ha indicado que en el vehículo estaban siendo trasladados varios civiles heridos. Al menos seis personas murieron en dicho incidente.
“El Ejército Nacional Sirio y Turquía han demostrado un patrón claro y preocupante de ataques ilegales contra civiles y objetivos civiles que parecen incluso celebrar”, ha indicado Hiba Zayadín, investigadora de HRW para Oriente Próximo y el norte de África. “Turquía, como principal respaldo del Ejército Nacional Sirio, tiene la obligación de poner coto a su comportamiento abusivo y al peligro existente de convertirse en cómplice de estos crímenes”, ha afirmado.
“Atacar una ambulancia que llevaba civiles en una carretera no parece ser un accidente”, ha indicado Zayadín, que ha manifestado en un comunicado que se trata de un “crimen de guerra por el que las fuerzas proturcas deberían rendir cuentas”.
Así se ha referido también a los ataques contra la presa de Tishrin, situada en la provincia de Alepo (norte) y de importancia estratégica, donde un grupo de manifestantes se reunieron para exigir el fin de los bombardeos en las inmediaciones ante el peligro de que las instalaciones se derrumben.
Según HRW, al menos cuatro de los ataques registrados desde enero han alcanzado esta zona, donde han muerto unas 20 personas y otras 120 han resultado heridas, tal y como sostienen las FDS, encabezadas por la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG), que cuentan con el apoyo de Estados Unidos.
SITUACIÓN EN LA PRESA DE TISHRIN
Varios testigos han denunciado un “escenario desolador” en las inmediaciones de la presa, donde los ataques han sido perpetrados “sin aviso previo”, impidiendo garantizar la protección de la población civil. Sin embargo, las autoridades turcas han acusado a las YPG y las FDS de utilizar a los civiles como “escudos humanos” en la presa.
El Comité Internacional de Cruz Roja ha alertado en anteriores ocasiones de que si la presa resulta dañada, la destrucción “podría tener consecuencias humanitarias desastrosas”, incluso para el medio ambiente.
HRW ha acusado además a las facciones del Ejército Nacional Sirio, así como otros grupos, entre ellos las Fuerzas Armadas de Turquía y las agencias de Inteligencia turcas, de cometer violaciones de los Derechos Humanos e incurrir en “secuestros, detenciones ilegales y arbitrarias, incluso de menores”. Asimismo, apuntan a casos de violencia sexual, tortura, saqueo, extorsión y robo, entre otras cuestiones.
“El Derecho Internacional requiere que las partes enfrentadas en un conflicto presten atención a los heridos y enfermos. Las ambulancias y los hospitales deben contar con una protección especial y no deben ser objeto alguno de los ataques”, ha recalcado la ONG, que ha instado a dejar trabajar a los servicios de emergencias “en todas las circunstancias”.
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