MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La organización Human Rights Watch (HRW), especializada en el seguimiento de la situación humanitaria internacional, ha exigido a la insurgencia hutí de Yemen el levantamiento inmediato de su largo asedio a la ciudad de Taiz, la tercera más grande del país, que considera un ejemplo de doble moral que contrasta con sus ataques en el mar Rojo, defendidos por los rebeldes como una maniobra de presión para defender a los civiles de Gaza.
HRW explica que la gobernación de Taiz está dividida entre hutíes y las fuerzas del Gobierno yemení y que desde 2015 los insurgentes mantienen la capital homónima completamente asediada.
La población civil que vive allí tiene enormes dificultades para conseguir agua en un país donde más de la mitad de la población, 15 millones de personas, todavía necesitan ayuda urgente tras una década de guerra civil.
Según las estimaciones de HRW, cuatro de las cinco cuencas hídricas de Taiz están bajo control hutí o bien en el frente del conflicto y asegura que los insurgentes han cerrado las dos que tienen seguro bajo su control “a sabiendas de lo mucho que los residentes necesitan el agua”.
Los hutíes, añade HRW, también han impedido la entrada de camiones de agua en la ciudad, imprescindibles para aquellos residentes que están desconectados de la red hídrica.
Así las cosas, “sin que levanten su propio asedio a la población civil en Taiz, cualquier proclamación moral de los hutíes hacia el bloqueo israelí de Gaza será insostenible”, de acuerdo con la investigadora para Yemen de la división para Oriente Próximo de HRW, Niku Jafarnia.
“Las fuerzas militares violan las leyes de la guerra cuando restringen el agua a la población civil y deben poner fin a esta obstrucción ilegal, sean hutíes o sea el Ejército israelí”, lamenta.
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