MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La ONG Human Right Watch ha calificado como un “hito importante” la promoción de una nueva declaración internacional destinada a frenar los daños causados por los bombardeos de aldeas, pueblos y ciudades.
La declaración, que trata la protección de los civiles contra el uso de armas explosivas en áreas pobladas, se abrirá el próximo 18 de noviembre para que los países la respalden en una conferencia de firma de alto nivel organizada en Dublín por el Gobierno de Irlanda.
“Todos los países deben aprovechar esta oportunidad para prevenir el sufrimiento humano en los conflictos armados respaldando la nueva declaración para limitar el uso de armas explosivas en áreas pobladas”, ha dicho el director de armas de la ONG, Steve Goose.
“Este compromiso político envía un fuerte mensaje de que es inaceptable el número de víctimas civiles por el uso generalizado de armas explosivas en áreas pobladas”, ha añadido.
HRW ha señalado que las armas explosivas, como bombas aéreas, cohetes, proyectiles de artillería y morteros y misiles, “si se usan en áreas pobladas, no solo matan y lesionan a civiles en el momento del ataque, sino que también tienen efectos dominó a largo plazo”.
En concreto, ha detallado que estas armas dañan la infraestructura civil, lo que a su vez interfiere con los servicios básicos como la atención médica y la educación, violando los Derechos Humanos.
Asimismo, también infligen daños psicológicos, causan daños ambientales y desplazan comunidades, según la organización.
El uso de armas explosivas en áreas pobladas ha infligido daños inmediatos y a largo plazo a civiles en Armenia, Azerbaiyán, Etiopía, Irak, Libia, Siria, Ucrania, Yemen , así como en otros conflictos en los últimos años, como en Ucrania.
Según la declaración, los Estados se comprometen a “adoptar y llevar a cabo” políticas nacionales y prácticas militares que se esfuercen por “evitar daños a la población civil restringiendo o absteniéndose del uso de armas explosivas en pueblos, ciudades y otras áreas pobladas”.
“Los países deben abstenerse de usar armas explosivas con efectos de área amplia en áreas pobladas y deben restringir el uso de otras armas explosivas”, ha señalado HRW.
Otras disposiciones incluyen compromisos para ayudar a las víctimas, facilitar el acceso humanitario y recopilar y compartir datos sobre los efectos de las armas explosivas.
Anteriormente, los países han adoptado algunas declaraciones relacionadas con la conducción de conflictos armados y el uso de armas, como la que busca restringir el uso militar de las escuelas y mantener a los niños en la escuela durante los conflictos.
Asimismo, desde 2006, 30 países respaldan una declaración sobre las minas antivehículo, que se negoció después de que no se lograra un consenso sobre la conclusión de un instrumento jurídicamente vinculante sobre las minas terrestres antivehículo.
El proceso diplomático para crear la declaración de armas explosivas comenzó cuando 133 países participaron en una conferencia sobre Protección de civiles en guerra urbana organizada por Austria en octubre de 2019. Más tarde, Irlanda convocó dos rondas de consultas diplomáticas sobre el texto en 2019 y 2020. La COVID-19 y la pandemia pospuso las negociaciones hasta principios de 2022.
Si bien estas declaraciones no son legalmente vinculantes, tienen un peso significativo porque pueden ayudar a “aclarar la aplicabilidad del Derecho Internacional”.
“La declaración sobre armas explosivas proporciona un sólido punto de partida para el trabajo futuro para proteger mejor a los civiles durante la guerra”, ha aseverado Goose.
“Para tener un impacto positivo a largo plazo, sus signatarios deben asegurarse de contar con las políticas, prácticas y procedimientos necesarios para su implementación sólida”, ha añadido.
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