MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
Un equipo de científicos españoles ha detectado el virus de la gripe aviar de alta patogenicidad (HPAI H5N1) en 188 animales de 13 especies distintas y en 24 localizaciones de la Antártida, entre ellos varios pingüinos.
Tras seis semanas de travesía a vordo del velero ‘Australis’, entre enero y febrero de este año, la expedición científica CSIC-Unespa ha elaborado el informe más completo hasta la fecha sobre la dispersión del virus de la gripe aviar altamente patogénica en la Antártida.
La campaña, liderada por liderada por Antonio Alcamí, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (Cbmso-CSIC-UAM), ha hallado la presencia de H5N1 -una cepa altamente patogénica del virus de la gripe aviar- en 188 animales de 13 especies distintas analizados en 24 localizaciones del mar de Weddell y la península antártica occidental.
El resultado positivo de presencia de ese patógeno ha aparecido en nueve tipos de aves, como los pingüinos de Adelia, barbijo y papúa, cormoranes antárticos, gaviotas o skuas (págalos), y cuatro mamíferos, como el lobo antártico y las focas cangrejera, de Weddell y leopardo, según informó este jueves el CSIC.
“Los resultados obtenidos están a otra escala con respecto a la información que teníamos antes, son muy significativos y reflejan la amplia extensión del virus”, sentenció Alcamí. El estudio se ha realizado tanto en individuos vivos como en cadáveres de diferentes especies. En estos últimos, se ha encontrando la presencia del virus en el 50% de los casos analizados.
“En muchos casos, la carga viral en los animales muertos era muy alta, lo que indica un riesgo de exposición al virus en la zona cercana a los cadáveres”, según Alcamí. En el análisis de ejemplares vivos, los investigadores demostraron la validez del muestro de aire para detectar el virus sin necesidad de manipular animales.
PRUEBAS PCR
Esta metodología consiste en la recolección de muestras de aire con una bomba conectada a un filtro de nanofibras para, posteriormente, realizar pruebas PCR en el filtro que permiten confirmar la detección del virus.
“El muestreo de aire nos ha permitido identificar la presencia del patógeno en individuos vivos de diferentes colonias de pingüinos, lo que muestra que el virus puede estar circulando en colonias aparentemente sanas”, destaca Alcamí.
Según este investigador, los datos recogidos por la expedición servirán a los programas polares nacionales y a los buques turísticos para estar preparados y plantear medidas orientadas a evitar la transmisión de la infección por medios humanos y, sobre todo, el contagio de las personas.
La campaña se llevó a cabo en la península antártica, las islas Shetland del Sur y el mar de Weddell. “Durante la expedición, hemos muestreado 27 lugares diferentes de la Antártida, hemos registrado más de 1.300 animales, hemos tomado más de 3.000 muestras y hemos realizado pruebas PCR en 745 animales”, detalla Alcamí.
LABORATORIO DE DIAGNÓSTICO
El trabajo fue posible gracias a la instalación de un laboratorio de diagnóstico molecular por PCR en tiempo real y de secuenciación del virus en el velero ‘Australis’, que ha permitido a los investigadores diagnosticar los casos rápidamente.
“De hecho, 70 de los casos de HPAI (Highly Pathogenic Avian Influenza) se han podido confirmar mediante secuenciación”, añade el investigador.
Este análisis consiste en la realización de pruebas PCR específicas para el virus de la gripe y el subtipo H5, seguidas de una secuenciación de la región de corte de la proteasa, lo que define la presencia del patógeno con una certeza del 100 %. Tanto el acceso al velero como a otros recursos esenciales para la expedición se han obtenido gracias al papel facilitador adoptado por la Fundación General CSIC.
El proyecto se desarrolló con permisos del Comité Polar Español y el apoyo logístico de la Unidad de Tecnología Marina, la Base Antártica Española Juan Carlos I (CSIC) y el buque de investigación oceanográfica Hespérides (Armada Española) para el transporte de los equipos y material hasta la Antártida.
La expedición tuvoun carácter internacional, puesto que contó con investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Sao Paulo (Brasil); el Instituto de Mamíferos Acuáticos (Brasil); el Karen C. Drayer Wildlife Health Center, programa de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California-Davis (Estados Unidos); y la Ocean Expeditions (Australia).
- Te recomendamos -