MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha “rogado” este jueves a los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y de Israel que lleguen a un acuerdo de alto el fuego “por el bien” de los civiles palestinos e israelíes, en el marco de su reunión con el presidente chileno, Gabriel Boric, en el Palacio de la Moneda, la sede del Gobierno del país.
“Por el bien de la población de Gaza, por el bien de los rehenes y sus familias en Israel, y por el bien de la región y del mundo en general, ruego al Gobierno de Israel y a los dirigentes de Hamás a que lleguen a un acuerdo”, ha expresado Guterres.
En ese sentido, ha recordado sus reiteradas peticiones de un alto el fuego, la liberación de los rehenes y el aumento “masivo” del flujo de ayuda humanitaria, y ha lamentado que “no ha ocurrido todavía”.
Guterres ha asegurado que, sin el acuerdo, la guerra “empeorará exponencialmente” en la Franja de Gaza y en toda la región, en referencia a las continuas tensiones entre Israel e Irán junto a las diferentes milicias afines a Teherán por todo Oriente Próximo, donde intercambian ataques de forma habitual desde el estallido de la guerra en el enclave palestino.
Por último, ha advertido sobre la “escalada insoportable” que supondría una ofensiva israelí sobre la ciudad de Rafá, en el sur de Gaza, que sirve de refugio para más de 1,4 millones de palestinos y donde el Gobierno de Israel pretende lanzar una operación militar terrestre a pesar de las críticas de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos.
“En las últimas semanas se han producido ataques aéreos en la zona de Rafá. Un asalto militar a Rafá supondría una escalada insoportable, que mataría a miles de civiles más y obligaría a huir a cientos de miles. Tendría un impacto devastador para los palestinos de Gaza, así como graves repercusiones en la Cisjordania ocupada y en toda la región”, ha agregado.
El Ejército de Israel inició una ofensiva sobre la Franja de Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre, que dejaron 1.200 muertos y 240 rehenes, de los que ya han sido liberados un centenar. Desde entonces, las autoridades del enclave, controladas por el grupo islamista, han notificado la muerte de casi 35.000 personas, a los que se suman más de 480 en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas de seguridad y de colonos israelíes.
- Te recomendamos -