MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha anunciado este martes que ha nombrado al diplomático argelino Ramtán Lamamra como el nuevo enviado especial para Sudán, después de que en septiembre el anterior titular, Volker Perthes, presentara su renuncia al cargo, debido a que las autoridades sudanesas le declararon ‘persona non grata’.
Lamamra fue viceprimer ministro en Argelia, así como ministro de Exteriores, ministro de Estado y asesor diplomático del presidente. Además, se ha desempeñado como embajador de Argelia en varios países de Europa (Portugal y Austria), África (Etiopía y Yibuti) y América (Estados Unidos), y ha ocupado el cargo de representante permanente de Argelia ante Naciones Unidas.
“El señor Lamamra aporta más de cuatro décadas de experiencia en política, asuntos internacionales y diplomacia”, ha remarcado Guterres, que ha agregado que “posee un amplio conocimiento” del Cuerno de África y la región de Oriente Próximo y el norte de África en general, así como de organizaciones internacionales y regionales.
Por otro lado, entre 2008 y 2013 fue Comisionado de Paz y Seguridad de la Unión Africana, desde 2017 ha sido miembro de la Junta Asesora de Alto Nivel del secretario general de la ONU sobre Mediación, y entr 2018 y 2021 ha sido miembro del Panel de Implementación de Alto Nivel de la Unión Africana para Sudán, Sudán del Sur y el Cuerno de África.
Perthes presentó a mediados de septiembre a Guterres su renuncia al cargo poco más de tres meses después de que Jartum le declarara ‘persona non grata’, después de más de dos años y medio en el cargo. A comienzos de mayo, decenas de personas se manifestaron frente a la residencia del enviado especial para reclamar su “expulsión inmediata”. Además, afiliados al Ejército y a grupos islamistas sudaneses también pidieron su renuncia.
Anteriormente, el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, había pedido que Perthes dejase de “interferir en los asuntos internos” del país, amenazándole con la expulsión del territorio del país africano.
Actualmente, Sudán ha cumplido más de siete meses de conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), enfrentamientos que estallaron el 15 de abril tras las fuertes discrepancias sobre la integración del entonces grupo paramilitar –ahora declarado en rebeldía– en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento de Omar Hasán Al Bashir después de 30 años de poder.
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