MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, señaló este lunes que no tiene constancia, “a fecha de hoy”, de que el Gobierno español haya pedido opinión al organismo comunitario respecto al nuevo impuesto a la banca y aseveró que el BCE “continuará manteniendo a futuro” su planteamiento general.
Así lo dijo Guindos en el marco de la reunión anual de consejos consultivos del Banco Sabadell en la que participó junto al presidente de la entidad, Josep Oliu, y el consejero delegado, César González-Bueno.
Guindos recordó que no es “imprescindible” que el Gobierno consulte al BCE y que la opinión que éste emita no es vinculante y afirmó que “a fecha de hoy -el Gobierno- todavía no nos ha pedido opinión y no sé lo que hará el Gobierno”.
No obstante, dijo que quisiera que la opinión del BCE sea “útil” y evitó “prejuzgar” dicho posicionamiento porque aún deben “analizar detalles concretos de la propuesta”.
Guindos subrayó que el BCE “continuará manteniendo a futuro” la línea política sobre el impuesto y afirmó que éste “no debe afectar” a la concesión de crédito ni a la solvencia del sector.
El vicepresidente del BCE repasó que las empresas se van a ver afectadas por la subida de los tipos de interés, la evolución de la economía y la crisis energética y habrá “segmentos específicos” en los que el impacto en su solvencia “puede ser especialmente relevante, eso acaba impactando en los financiadores básicos”.
Sobre la banca en concreto, comentó que la subida de los tipos de interés “va a mejorar la rentabilidad” pero que “no nos podemos dejar cegar por los efectos a corto plazo”, porque el coste del pasivo de los bancos “también va a subir” y puede haber empresas que “exijan una subida de provisiones”, por lo que aconsejó no fijarse “únicamente en el corto plazo, miremos un poco más allá”.
Preguntado sobre la utilidad de reducir impuestos, Guindos no quiso opinar y sí que comentó que la política fiscal “no puede ser de expansión” en las circunstancias actuales, a diferencia de lo que sucedió durante la pandemia, sino que debe ser “selectiva” y dirigirse a los grupos más vulnerables. Recordó que Europa aún registra en su ratio de deuda pública sobre PIB 20 puntos más que antes de la pandemia y “eso hay que financiarlo” por la vía de los impuestos o por la vía de atacar el gasto público, según decida cada Gobierno.
Respecto a la inflación, Guindos admitió que “todos nos hemos equivocado en las previsiones de inflación” citando la Reserva Federal o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y apuntó que las medidas de política monetaria, como la subida de los tipos de interés, tardan en mostrar efectos entre 12 y 24 meses. “El mayor dolor de la población europea es la inflación”, dijo, y agregó que todos los bancos centrales “están cambiando su narrativa” y el BCE está modificando su política monetaria “muy acomodaticia”.
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