MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
La organización Greenpeace ha documentado fugas de calor “generalizadas y elevadas” en las viviendas en España, mientras la pobreza energética afecta a más de 20 millones de hogares.
Con motivo de la Semana Europea de la Pobreza Energética, que se celebra del 17 al 23 de febrero, Greenpeace dio a conocer este miércoles los resultados de un análisis a partir de imágenes termográficas tomadas a edificios de Ávila, Madrid, Valladolid y Zaragoza.
Las fotos muestran, a través de una paleta de colores de amarillos a morados, las diferencias de temperatura en la superficie de un mismo edificio, lo que permite identificar puntos en los que el aislamiento es más deficiente.
En las imágenes se aprecian fugas por las ventanas, en las esquinas, por el forjado estructural de la casa o por los puentes térmicos, entre otros lugares, lo que confirma la “elevada ineficiencia energética de la mayoría” de los hogares españoles, según Greenpeace.
“Nos ofrece un panorama ‘en naranja y amarillo’ que demuestra cómo se escapa la energía (y también el dinero) de nuestras casas”, apuntó la organización ambiental.
“PROBLEMA QUE SE AGUDIZA”
La situación de pobreza energética afecta a más de 20 millones de hogares y tiene implicaciones en el confort de las familias y su pérdida de poder adquisitivo, según Greenpeace.
Además, la pobreza energética afecta a uno de cada cinco hogares en España. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 21% de la población se encuentra en esta situación, lo que duplica la media europea de un 10,6, según Eurostat. La situación es aún más grave en los hogares en régimen de alquiler.
“La pobreza energética afecta especialmente a quienes no pueden pagar las facturas de luz o gas, pero el empobrecimiento energético es generalizado en una población víctima del oligopolio energético que tiene que pagar mucho más de lo que debería por mantener la temperatura de su hogar, aunque no lo sepan”, indicó José Luis García, responsable del área de Clima, Energía y Movilidad de Greenpeace España.
García añadió: “Es un problema que se agudiza porque, de forma general, nuestras casas derrochan energía de manera innecesaria”.
María Prado, coordinadora de la campaña de energía de Greenpeace, recalcó que la mejor manera de combatir ese “empobrecimiento generalizado” es “exigir la mejora del aislamiento” de las casas y “sustituir el gas por soluciones renovables y eficientes que ahorran dinero, nos protegen del frío y nos ayudan a luchar contra el cambio climático”.
Por último, Greenpeace reclamó una “urgente intervención pública” en la rehabilitación energética del parque de vivienda que reoriente las actuales subvenciones del sector de los combustibles fósiles hacia “una verdadera transición verde sin dejar a nadie atrás”.
“El objetivo debe ser que todos los hogares dispongan de las condiciones adecuadas de confort térmico, mediante rehabilitación con aislamiento, bomba de calor y autoconsumo solar, priorizando a los colectivos más vulnerables”, concluyó.
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