MADRID, 8 (Portaltic/EP)
El juez federal encargado del juicio entre Epic Games y Google ha dictaminado que ésta estará en la obligación de abrise a tiendas de terceros en Estados Unidos durante los próximos tres años, de manera que puedan tener acceso al catálogo de aplicaciones de la Play Store y las puedan descargar en los mismas condiciones que si lo hicieran desde su propia plataforma.
Esta sentencia forma parte del caso que ha enfrentado a la tecnológica con la desarrolladora de videojuegos desde agosto de 2020, cuando la primera retiró Fornite de Play Store después de que el estudio introdujera un sistema de pagos independiente.
Epic Games demandó tanto a Google como a Apple -que también eliminó dicho título de su tienda de aplicaciones, App Store- bajo una acusación de monopolio en la distribución de sus aplicaciones en sus tiendas. Entonces, el estudio subrayó que ambas compañías abusaban de los beneficios obtenidos de las comisiones que cobraban a los desarrolladores cada vez que se descargaban uno de sus servicios.
La tecnológica, por su parte, contrademandó a Epic en octubre de 2021, por entender que ésta había incumplido el contrato para distribuir Fornite en la Play Store. Según Google, este acuerdo no le había impedido obtener beneficios de otras formas de distribución. Por ejemplo, a través de la tienda Galaxy App, que ya viene preinstalada en dispositivos Samsung.
En diciembre del año pasado, el jurado determinó por unanimidad que Google Play y su servicio de facturación presentaban comportamientos monopolísticos. Con este fallo, el juez encargado del caso, James Donato, debía determinar una serie de medidas que Google debía acatar para estabilizar la situación.
ABRIR GOOGLE PLAY STORE
El magistrado ha emitido ahora una orden judicial en la que se indican cuáles serán las obligaciones de Google para favorecer la competencia en este sentido, que deberá seguir para cumplir con lo que exige la regulación.
En primer lugar, la empresa tecnológica estará en la obligación de abrirse a tiendas de terceros, esto es, que deberá permitir que otras tiendas alternativas tengan acceso a su catálogo de ‘apps’ y puedan descargarlas en las mismas condiciones que las descargas realizadas directamente desde Play Store.
Google tampoco podrá obligar a los desarrolladores a usar el sistema de facturación que ofrece en las aplicaciones que se distribuyan a través de su tienda oficial ni prohibir métodos de pago alternativos dentro de Play Store. Por otra parte, deberá permitir que los desarrolladores determinen los precios de sus servicios, así como incluir enlaces externos que permitan descargar sus aplicaciones fuera de su tienda oficial.
La sentencia también prohíbe que la compañía tecnológica comparta ingresos generados a través de Play Store con ninguna persona o entidad que distribuya ‘apps’ de Android o que pueda premiar a los desarrolladores para que lancen sus aplicaciones primero en su propia tienda o que sean exclusivas de ella.
En cuanto a los fabricantes de equipos originales (OEM, por sus asiglas en inglés), Google no tendrá permitido ofrecerles beneficios para que incluyan Play Store de forma predeterminada o compensarles económicamente para que no instalen tiendas de aplicaciones de terceros.
Por último, el juez determina que Google tendrá hasta ocho meses para implementar la tecnología y los procedimientos necesarios para cumplir con dicha disposición en un plazo de tres años, que comenzará a correr una vez que haya aplicado estas medidas y previsiblemente concluirá el 1 de noviembre de 2027.
GOOGLE APELA LA SENTENCIA
Google ha confirmado que ha apelado la sentencia del juez Donato y que pedirá a los tribunales la detención de la implementación de “medidas para mantener una experiencia consistente y segura para los usuarios y desarrolladores”, como recoge en una publicación compartida en su blog oficial.
En este sentido, la vicepresidenta de Asuntos Regulatorios de la firma, Lee-Anne Mulholland, ha puntualizado que los cambios ordenados por el Tribunal “pondrían en riesgo la privacidad y la seguridad de los consumidores”. Asimismo, los desarrolladores encontrarían mayores dificultades para promocionar sus servicios.
Por otra parte, ha subrayado que, aunque estas modificaciones “presumiblemente satisfacen a Epic”, no beneficiarán a consumidores, desarrolladores y fabricantes de dispositivos estadounidenses; y ha sugerido que su situación es muy diferente a la de Apple.
Así, la directiva ha matizado que, a diferencia de iOS, Android se posiciona como una plataforma abierta “que siempre ha permitido opciones de flexibilidad”, como distintas tiendas de aplicaciones y carga lateral o ‘sideloading’.
Con esta apelación a la decisión del juez, que “se basa en una constatación errónea de que Android es un mercado en sí mismo”, el gigante tecnológico defiende que se mostrará que Apple y Google compiten en el mismo mercado por los consumidores y los desarrolladores.
“Teléfonos Android de empresas como Samsung, Motorola y muchas otras compiten justo al lado de iPhone de Apple”, como se puede ver en cualquier tienda que venta ‘smartphones’, ha señalado. “La gente elige entre estos teléfonos en función del precio, la calidad y la seguridad”, añade.
Mulholland también ha dicho que esta decisión “ignora lo que todos los desarrolladores del mundo saben”, esto es, que deben priorizar la inversión de tiempo y dinero que realizan en el diseño de servicios para cada plataforma.
Por ese motivo, y para que éstos “ofrezcan sus mejores funciones” para su sistema operativo y que las publiquen primero en Android, ha creado herramientas y ejecutado programas de capacitación dirigidos a estos profesionales. “Apple, por supuesto, hace lo mismo: compite para convencer a los desarrolladores de que prioricen iOS”, ha apuntado.
Asimismo, considera que al recurrir al Tribunal, Google podrá demostrar que Google Play no es la única forma de obtener aplicaciones para Android, debido a que la mayoría de dispositivos con este sistema operativo incorpora de forma predeterminada “dos o más tiendas” y que los desarrolladores también tienen otras opciones, como ofrecer sus ‘apps’ directamente a los usuarios desde sus sitios web.
En este sentido, ha puesto como ejemplo el caso de la distribución de Fornite, que ha estado a disposición de todos los usuarios de Android a través de Samsung Galaxy Store o Epic Games Store “mientras no se distribuía a través de Google Play”. “Se trata de opciones que los desarrolladores nunca han podido ofrecer a sus usuarios estadounidenses en iPhone”, ha concluido.
Desde Epic Games, no obstante, han calificado el anuncio del juez Donato de “victoria” y consideran que son “buenas noticias” que su tienda de aplicaciones y otras de terceros lleguen a Google Play en 2025 “sin las pantallas de miedo de Google ni el impuesto del 30 por ciento a las aplicaciones”, en palabras de su fundador y CEO, Tim Sweeney.
El directivo también ha anticipado que, aunque esta orden judicial se aplica por el momento en Estados Unidos de forma exlusiva, “la batalla jurídica y regulatoria continuará en todo el mundo”, tal y como ha explicado en su perfil de X.
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