MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, aseguró este viernes que bajar el IVA de ciertos alimentos básicos, como ha planteado el Partido Popular, es una medida que “tiene las patitas muy cortas” y juzgó “inverosímil” que las grandes distribuidoras no tengan margen para moderar precios.
Así lo defendió en una entrevista en el Canal 24 Horas de RTVE, recogida por Servimedia y en la que reiteró que, dentro de toda la cadena de valor, las distribuidoras “son las que tienen capacidad de hacerlo”, dado que, las que se han “opuesto” a la propuesta del Gobierno son “las mismas que tienen 600 millones de euros de beneficios, reparten 150 millones de dividendo fundamentalmente entre tres personas y nos dicen que no pueden moderar los precios”.
Tras insistir en que “es inverosímil e imposible de creer”, valoró que “pequeños comercios” han “congelado” el importe de “más de 100 alimentos” y se preguntó “cómo es posible que nos creamos que las grandes empresas no pueden hacerlo”, convencido de que “es una cuestión no técnica, sino una cuestión de voluntad”.
En este punto, juzgó “legítimo” que estas compañías reclamen una bajada del IVA, algo que es, advirtió, “lo que propone la derecha”, al tiempo que incidió en que la iniciativa “tiene las patitas muy cortas” porque la “mayoría” de alimentos de primera necesidad tienen el IVA súper reducido.
“Pero, en segundo lugar, es una medida que, en vez de moderar los beneficios empresariales y que hagan el esfuerzo quienes pueden, lo que hace es lesionar el sistema fiscal, menos dinero para sanidad y menos dinero para la educación”, advirtió, para preguntarse “de qué sirve si los alimentos me bajan unos cuantos céntimos pero después tengo menos capacidad de ir a la sanidad”.
En este sentido, denunció que esa “es la vía de la derecha, la vía de a quienes no le importa la sanidad pública o la educación pública y, probablemente, de algunas distribuidoras que comparten ese ideario”. “Pero no puede ser de un gobierno progresista, no puede ser de una persona de izquierdas como yo”, sentenció.
IMPONER UNA CESTA BÁSICA
Preguntado por la posibilidad de “imponer” esa cesta básica a los distribuidores, el titular de Consumo puntualizó que se trata de un “debate” que existe en países que están afrontando “una crisis todavía más aguda que la nuestra”, además de una práctica que se puso en marcha “en muchos países después de la Segunda Guerra Mundial y que se mantuvo”, si bien reconoció que España “no está en esa fase”, sino en la de instar a las compañías a moderar beneficios.
A su entender, es el momento de “decirles que, si todos lo están pasando mal en este país, aquellos que lo están pasando menos mal, o incluso bien, que tienen todavía beneficios, son quienes tienen que hacer el esfuerzo”, añadió, para hacer hincapié en que la “posición” del Gobierno es que “quien tiene que hacer el esfuerzo es quien puede”, convencido de que “no se le puede pedir el esfuerzo ni a la sanidad pública ni a la educación pública ni a las familias”.
El responsable de Consumo admitió que las familias españolas han visto “deteriorada” su capacidad adquisitiva por el actual contexto económico y consideró “normal que haya una reducción del consumo”, que es “especialmente gravosa para las familias con menos recursos”.
“No solo le ocurre a España, le ocurre a toda Europa y, de hecho, nosotros, dentro de lo malo, estamos todavía mejor que otros países como Francia, Alemania o el Reino Unido, que tienen unas facturas de la luz más disparadas”, concluyó, no sin antes subrayar que el Ejecutivo está “en negociaciones y conversaciones para ver cómo moderar también esos alzas de precios y que las familias puedan estar aliviadas”.
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