MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha clausurado este viernes, en Santiago de Compostela, el XXIV Encuentro Estatal de Defensorías Universitarias y en su intervención se ha referido a la futura ley del Sistema Universitario para señalar que “propicia los principios de independencia, autonomía y confidencialidad” que, a su juicio, son clave para facilitar la labor de las defensorías universitarias.
Además, tras señalar la importancia de “trabajar por la creación y protección de entornos de convivencia fijados democráticamente por las propias universidades”, ha señalado que esto viene también recogido en el futuro texto.
En su intervención, Gabilondo ha explicado que el defensor universitario debe “velar por el respeto de los derechos y las libertades del profesorado, estudiantado y personal técnico de gestión y de administración y servicios, ante las actuaciones de los diferentes órganos y servicios universitarios”.
Pero, a su juicio, este “no debe limitarse a ser considerado una instancia más, una suerte de ámbito de revisión, de recurso, más allá del conflicto entre un estudiante y una profesora, o entre una rectora y un profesor, o entre un técnico y un administrativo con un gerente”.
Según ha subrayado, “hay que ir a otro lugar, a veces aún inexistente” y también ha abogado por “ir juntos”. “Se trata de construirlo. El acuerdo es entre las partes, entre las personas, que son los ministros del compromiso”, ha aseverado.
El Defensor del Pueblo ha calificado de “gran avance” el hecho de que la reciente Ley de Convivencia Universitaria destaque la mediación como preferente puesto que, a su juicio, “apostar por soluciones pactadas frente a los conflictos significa creer en la equidad, la buena fe y la imparcialidad” y “abandonar progresivamente el ámbito punitivo de los reglamentos disciplinarios supone avanzar también en la participación y en el reconocimiento de los hechos”.
Gabilondo ha advertido, no obstante, de la necesidad de incorporar también enfoques restaurativos, tales como la reparación del daño, para que, en el caso de haya víctimas, estas reciban una atención adecuada.
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