MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
Militantes de Futuro Vegetal tiñeron este martes la fachada de una sucursal del BBVA en Madrid con los colores rojo y negro utilizando extintores de incendios en protesta por las inversiones de este banco a la industria cárnica y láctea, responsable de la actual emergencia climática según ese colectivo de activistas.
Esta protesta forma parte de la “campaña de desobediencia civil no violenta de alta intensidad” que Futuro Vegetal viene manteniendo desde hace más de un año y que experimenta su punto álgido este mes de abril.
Con esta nueva acción, Futuro Vegetal protestó contra el actual modelo agroalimentario, al que señala “directamente” como responsable de la crisis climática, por lo que exigieron al Gobierno el fin de las subvenciones a la ganadería y que se utilice ese dinero para “una transición a un sistema agroalimentario basado en plantas que sea social y ecológicamente justo”.
“Queremos acabar el fuego que ellos mismos han provocado, en colaboración con los gobiernos, sosteniendo a la ganadería en un contexto de sequía extrema que compromete nuestra seguridad alimentaria de forma inminente”, indicaron desde Futuro Vegetal.
Según este colectivo, el BBVA es “uno de los mayores inversores en el sector cárnico” de España, ya que desde 2016 ha destinado, junto al Banco Santander, unos 1.800 millones de dólares a través de préstamos a la industria cárnica y láctea.
“No podemos permitir que se sigan financiando industrias que comprometen la seguridad alimentaria de la población”, proclamó una de las manifestantes al finalizar la acción. “Las grandes corporaciones, los bancos y los gobiernos están colaborando activamente en un genocidio inminente”, exclamaba otra de las participantes.
OTRAS ACCIONES
Futuro Vegetal se dio a conocer principalmente el pasado mes de noviembre después de que dos activistas pegaran sus manos a los marcos de los cuadros de ‘La maja desnuda’ y ‘La maja vestida’ de Francisco de Goya, expuestos en el Museo Nacional del Prado, en Madrid.
Posteriormente, sus activistas interrumpieron un partido de la Copa Davis en Málaga, arrojaron pintura roja y negra en Cortylandia (espacio infantil navideño de El Corte Inglés ubicado en la calle Preciados de Madrid), paralizaron el tráfico de la M-30 en plena operación salida navideña en Madrid y paralizaron la cadena productiva del matadero de Binéfar (Huesca) al sabotear el sistema eléctrico de las cámaras frigoríficas y los túneles de oreo.
Pocos días después del inicio de 2023, Futuro Vegetal anunció que este año quiere movilizar a “al menos 3.000 personas dispuestas a ser detenidas” con iniciativas climáticas.
A lo largo de este año, sus activistas se han pegado a los micrófonos del atril del Congreso donde intervienen los diputados, han derramado pintura de témpera en el salón principal del restaurante del programa de televisión MasterChef, en Madrid; han irrumpido en la inauguración de la I Cumbre Agroalimentaria, en Barcelona, mientras intervenía telemáticamente el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; han vertido un líquido que simulaba ‘pintura’ roja biodegradable contra las columnas, las escalinatas y una de las esculturas de león situadas en la fachada del Congreso de los Diputados, y han paralizado el tráfico al escalar un panel luminoso de la M-30, en Madrid.
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