MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Veinte millones de toneladas de alimentos y productos de higiene distribuidos diariamente y unas 350.000 llamadas de emergencias atendidas por 2.000 voluntarios fue la contribución que Fundación Madrina realizó durante el estado de alarma declarado a consecuencia de la pandemia. Así lo ha recordado la organización cuando se cumplen cinco años del 14 de marzo de 2020, fecha en la que el Gobierno declaró el confinamiento en España a consecuencia del COVID.
Cuando España “cerró sus puertas aquel fatídico día, Fundación Madrina las mantuvo abiertas; mientras instituciones públicas y privadas se veían desbordadas por la magnitud de la emergencia sanitaria, la organización desplegó una operativa sin precedentes por las calles de Madrid y sus alrededores”, ha recordado la entidad.
La fundación ha rememorado como “cada semana cambiaba el escenario” y era necesario adaptarse a él sobre la marcha”. “Estábamos en plena calle con salvoconductos especiales, repartiendo no solo alimentos sino esperanza a quienes más lo necesitaban”, ha explicado Conrado Giménez, presidente de Fundación Madrina.
La entidad ha destacado como familias enteras se desplazaban desde Segovia, Valladolid, Castilla-La Mancha y otras provincias limítrofes para recibir ayuda. “Veíamos llegar coches desde poblaciones alejadas porque allí no encontraban respuesta a sus necesidades básicas. Aquellas caravanas de la esperanza nos demostraban que estábamos ante una crisis que no entendía de límites geográficos o administrativos”, ha añadido Giménez.
Según la entidad, la situación era “tan crítica” que el Call Center 24 horas de la Fundación “se convirtió en el único teléfono realmente operativo para emergencias sociales, atendiendo cerca de 350.000 llamadas cuando servicios esenciales como el 016, el 010 o el 012 estaban colapsados”.
Asimismo, ha recordado como el Ayuntamiento de Madrid, “consciente de la magnitud de la operación humanitaria que estaba desarrollando Fundación Madrina, cedió el recinto Caja Mágica como centro neurálgico desde donde coordinar toda la ayuda”.
Grandes empresas como Correos, Transfesa y DBSchenker pusieron su experiencia logística al servicio de esta causa, mientras la Fundación WCK-World Center Kitchen aportaba miles de comidas preparadas diariamente.
Asimismo, la entidad ha destacado otras prestaciones ofrecidas por la entidad para paliar la brecha asistencial con la puesta en marcha de las ‘Madrinas sanitarias’, un grupo de profesionales voluntarios, realizaron más de 2.000 atenciones, principalmente ginecológicas y pediátricas, además de consultas de medicina de familia, psicología clínica, psiquiatría, odontología, farmacia y enfermería.
‘MADRINAS SANITARIAS’
Entre estas prestaciones se encontraba el acompañamiento a mujeres embarazadas que, debido a las restricciones hospitalarias, debían acudir solas a sus revisiones médicas. “Ninguna mujer debería enfrentarse a un embarazo en soledad, menos aún en circunstancias tan extremas como las que vivimos y nuestras Madrinas sanitarias fueron la mano amiga que muchas futuras madres necesitaban en aquellos momentos de incertidumbre”, ha añadido Giménez.
Entre las iniciativas nacidas durante la pandemia, una de las de mayor impacto a largo plazo fue el programa “Pueblos Madrina”. Este proyecto conectaba dos realidades aparentemente dispares: familias vulnerables viviendo en condiciones precarias en grandes ciudades y pueblos de la España vaciada necesitados de nueva vida. La solución consistió en trasladar a estas familias, principalmente madres con niños pequeños, a entornos rurales donde pudieran comenzar una nueva vida con mayor calidad y perspectivas.
Fundación Madrina mantiene activos la mayoría de los programas nacidos durante aquella crisis, adaptándolos a un contexto en el que la precariedad se ha cronificado para muchas familias.
“La pandemia nos enseñó que los sistemas de protección social tienen grietas por las que se cuelan los más vulnerables, especialmente madres solas con hijos”, ha reflexionado Giménez. “Nuestro compromiso es seguir siendo esa red de seguridad que impide que nadie caiga al vacío, particularmente los niños y sus madres, que siguen siendo los grandes olvidados en muchas políticas sociales”, ha añadido.
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