MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
Un estudio en el que participó, entre otros, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) desvela aspectos “clave”, como la anatomía o el parentesco, del “enigmático” Amphimoschus, un rumiante que vivió en Europa durante el Mioceno hace entre 17,5 y 13,8 millones de años.
Según informó el MNCN, la investigación reconstruyó la anatomía y las relaciones de parentesco de Amphimoschus y aportó información sobre la aparición de los apéndices craneales de los rumiantes.
Los restos analizados permitieron al equipo científico conocer por primera vez en 150 años el esqueleto postcraneal de este animal descrito en 1873 del que sólo se tenían restos fósiles craneales y dentales.
Los resultados sugieren que este rumiante sin apéndices craneales ocupaba una posición evolutiva basal dentro del grupo de los cervoideos, es decir, los rumiantes más estrechamente cercanos a los ciervos modernos.
El estudio, publicado en el Journal of Systematic Palaeontology, “desafía” hipótesis previas bastante aceptadas que asociaban a Amphimoschus con otros linajes dentro de los rumiantes.
El Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y las Universidades de Alcalá (UAH) y Zaragoza (Unizar) también formaron parte del trabajo y fue posible gracias a fósiles encontrados en los yacimientos franceses de Artenay, Aerotrain y Thenay, prestados a los investigadores por el Museum Nationale d’Histoire Naturelle de Paris.
Con los datos añadidos del esqueleto postcraneal, los investigadores pudieron confirmar que Amphimoschus “no está relacionado” con los bóvidos como se pensaba anteriormente, sino que es “un miembro basal de los cervoideos”, explicó el investigador asociado al ICP, Israel M. Sánchez.
Gracias a los análisis filogenéticos, los trabajadores redibujaron el árbol evolutivo de los rumiantes e identificaron los tres grandes linajes a los que pertenecen los grupos actuales: “Giraffomorpha, Cervidomorpha y Bovidomorpha”, añadió el investigador del MNCN Juan López Cantalapiedra.
- Te recomendamos -